Frases de Epicteto ( 3 )
En las desgracias hay que acordarse del estado de conformidad con que miramos las ajenas.
Los placeres raros son los que más nos deleitan.
El exceso de cólera engendra la locura.
Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír.
La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.
La filosofía triunfa fácilmente sobre los males pasados y futuros; pero los males presentes triunfan sobre la filosofía.
Puedes ser invencible si nunca emprendes combate de cuyo regreso no estés seguro y solo cuando sepas que está en tu mano la victoria.
Acusar a los demás de nuestras propias desgracias es un signo de falta de educación. Acusar se demuestra que la educación de uno ha comenzado. Acusar a los demás ni a uno mismo ni demuestra que la...
No todo lo difícil y peligroso es adecuado para la formación, sino solo lo que es propicio para el éxito en la consecución del objetivo de nuestro esfuerzo.
La libertad no es adquirido por un disfrute pleno de lo que se desea, sino por el control de la voluntad.
Cuando usted esta ofendido la culpa de cualquier hombre, a su vez a ti mismo y estudia tus propios fallos. A continuación, se olvidará de su ira.
Hacer el mejor uso de lo que está en su poder y tomar el resto como sucede.
No tratamos de llevar las cosas a pasar de acuerdo con sus deseos, pero que desean para ellos, ya que son, y las encontrarás.
Imagínese usted mismo un personaje, un modelo de personalidad, cuyo ejemplo se determina a seguir, en privado y en público.
Solo hay un camino a la felicidad y que es dejar de preocuparse por las cosas que están más allá del poder de nuestra voluntad.
Si el mal se hable de ti y es verdad, corregirse, si es una mentira, reírse de él.
No hay cosa más grande que se crea de repente, no más que un racimo de uvas o un higo. Si usted me dice que usted desea una higuera, te respondo que debe haber tiempo. Déjalo primera flor, entonces...
No es la muerte o el dolor que es de temer, pero el miedo al dolor o la muerte.
Tampoco hay un barco depender de una pequeña ancla, ni la vida debe basarse en una sola esperanza.
Tenga cuidado de dejar a sus hijos bien instruidos en lugar de ricos, porque las esperanzas de los instruido son mejores que la riqueza de los ignorantes.