Frases de Heinrich Heine
Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: "Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más qu...
Si quieres viajar hacia las estrellas, no busques compañía.
Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres.
La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.
Todavía no se ha descubierto la brújula para navegar en la alta mar del matrimonio.
Dios me perdonará: es su oficio.
Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres.
Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos.
Los sabios emiten ideas nuevas; los necios las expanden.
Hablar de locura de amor es un pleonasmo; el amor en sí ya es locura.
Todo delito que no se convierte en escándalo no existe para la sociedad.
Construye tu cabaña en el valle, pero nunca lo hagas en la cima.
Bien mirados, todos nos ocultamos, completamente desnudos, en los vestidos que usamos.
Dios nos ha dado la lengua para que podamos decir cosas amables a nuestros amigos y duras verdades a nuestros enemigos.
Los perfumes de las flores son sus sentimientos.
La vida es una enfermedad; el mundo un gran hospital, y la muerte, el médico que nos cuida a todos
Cuando se queman los libros, los hombres también, al final se queman.
La marcha nupcial siempre me recuerda a la música que se reproduce cuando los soldados van a la batalla.
En las religiones anteriores se expresó el espíritu de la época a través del individuo y confirmado por milagros. En las religiones modernas, el espíritu se expresa a través de los muchos y conf...
Para ser amado de todo corazón... hay que sufrir.