Nada más simple que amar el envilecimiento y encontrar goces en el desprecio.
...Por la pérdida de mis manuscritos he llorado lágrimas teñidas de sangre
¡Cuán preferibles son las palmas de la inmortalidad a los días oscuros y lánguidos que arrastraríamos en la tierra!
No hay cosa más mediocre en el mundo que la posesión de una mujer, amigo mío; quien ha tenido una, ha tenido ciento: la única forma de alejar la monotonía de esos triunfos insípidos, es deberlos...
Convengamos en que es completamente imposible que el alma pueda existir sin el cuerpo, y viceversa.
¡Ah!, no preveáis las desgracias del amor antes de haber gustado sus placeres.
La prosperidad del crimen es como el rayo, cuyos engañosos fuegos solo embellecen un instante la atmósfera para precipitar en los abismos de la muerte al infeliz a quien han deslumbrado
Les preguntamos qué entienden por la palabra alma, ¡Ah!, entonces balbucean, se contradicen: es una sustancia desconocida, una fuerza secreta que se distingue de su cuerpo, es un espíritu, del cual...
Es, sobre una suma de absurdas conjeturas, donde se construye la idea maravillosa e inmortal del alma.
Nada más natural y más simple que creer que el hombre muerto no es nada; nada más extravagante que creer que el hombre muerto vive aún.
La crueldad lejos de ser un vicio es el primer sentimiento que imprime en nosotros la naturaleza.
Es extremadamente raro que con tantos conocimientos alguien sea al mismo tiempo tan amable. He observado casi siempre que las mujeres instruidas tienen en el mundo una cierta rudeza; una especie de af...
¿Qué es la existencia sin filosofía? ¿Vale la pena vivir cuando se vive aplastado bajo el yugo de la mentira y de la estupidez?
... un infierno habitado por los de nuestra misma especie, a pesar de todas las torturas, es mucho más deseable que un cielo ocupado por las criaturas monótonas a quienes se nos presenta como modelo...
Una mujer verdaderamente honrada no solo no debe cometer el mal, sino que tampoco debe levantar sospechas de que lo comete.
El que es celoso de su gloria sufre tantos tormentos como el que la olvida; el uno siempre teme perder este precioso bien; el otro tiembla por su propio descuido.
La falsa virtud que llamamos castidad es seguramente el más ridículo de todos los prejuicios.
Pienso que si existiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue deseado así por Dios o está fuera de sus poderes evitarlo. Ahora, no puedo t...
Respetemos eternamente el vicio y no combatamos sino la virtud.
¿Imagináis como es el tiempo que transcurre lejos del ser amado? ¿En el que no se puede oír su voz, en el que no se puede gozar de su mirada? ¿No es pedir a un hombre que exista separado de su al...