Gabriel garcia marques muerte por una rosa. Encuentra docenas de gabriel garcia marques muerte por una rosa con fotos para copiar y compartir.
Si alguien llama a tu puerta, amiga mÃa,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una lÃquida armonÃa.
Si alguien llama a tu puerta y todavÃa
te ...
La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacÃa.
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no dirÃa todo lo que pienso, pero en definitiva pensarÃa todo lo que digo. DarÃa v...
LA MARIONETA
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no dirÃa todo lo que pienso,
pero en definitiva pensarÃa todo l...
La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazarÃa fuertemente y rezarÃa al señor para poder ser el guardián de tu alma.
Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Si yo tuviera un corazón, escribirÃa mi odio sobre el hielo, y esperarÃa a que saliera el sol.
Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te darÃa un abrazo, un beso y te llamarÃa de nuevo para darte más.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
...lo asustó la sospecha tardÃa de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene lÃmites.
Lo único que llega con seguridad es la muerte.
Nunca hubo una muerte más anunciada
Últimas palabras del doctor Juvenal Urbino, quien deja a la muerte aguardando, hasta ver al motivo de su último aliento y le dice:...Solo Dios sabe cuánto te quise.
Pero cuando ella entraba en la casa, alegre, indiferente, dicharachera, él no tenÃa que hacer ningún esfuerzo para disimular su tensión, porque aquella mujer cuya risa explosiva espantaba a las pa...
A los ochenta y un años tenÃa bastante lucidez para darse cuenta de que estaba prendido a este mundo por unas hilachas tenues que podÃan romperse sin dolor con un simple cambio de posición durante...
En la escuela desportillada donde experimentó por primera vez la seguridad del poder, a pocos metros del cuarto donde conoció la incertidumbre del amor, Arcadio encontró ridÃculo el formalismo de ...
Cuando dieron por fin con la casa, Abrenuncio se despidió en la puerta con una sentencia de Horacio.
«No sé latÃn», se excusó el marqués.
«Ni falta que hace», dijo Abrenuncio. Y lo hizo...
No sentÃa sed ni hambre. No sentÃa nada, aparte de una indeferencia general por la vida y la muerte. Pensé que me estaba muriendo. Y esa idea me llenó de una extraña y oscura esperanza.
Me quedaré en tu sueño hasta la muerte ?suspiró.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustarÃa decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidarÃ...
El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo dirÃa
El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
Si alguien llama a tu puerta, amiga mÃÂÂa,
y algo en tu sangre late y no responda
y en su tallo de agua temblorosa
la fuente es una liquida armonia.
si alguien llama a tu puerta
y...
HabÃa tenido que promover 32 guerras, y violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios ...
Gabriel se habÃa hecho reembolsar el pasaje de regreso para quedarse en ParÃs, vendiendo los periódicos atrasados y las botellas vacÃas que las camareras sacaban de un hotel lúgubre de la calle D...
Kornelius, el poeta resfriado,
iba para una fiesta.
Llevaba un sobretodo sobre el brazo
y un sombrero en la testa.
Una camisa blanca y una rosa
en la solapa negra.
Debemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquà existió un ...
En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
No era comprensible que una mujer con aquel espÃritu hubiera regresado a un pueblo muerto, deprimido por el polvo y el calor
RegarÃa con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos.
Asà es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.
Me desconcierta tanto pensar que dios existe, como que no existe.
El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta.
Lo más importante que aprendà a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.