Frases de Oscar Wilde ( 10 )
Los buenos terminan felices; los malos, desgraciados. Eso es la ficción.
Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.
Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones.
El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.
La mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión.
El deber es lo que esperamos que hagan los demás, no lo que hacemos nosotros mismos.
Todos matan lo que aman: el cobarde, con un beso; el valiente, con una espada.
Nada se parece tanto a la ingenuidad como el atrevimiento.
Es peligroso escuchar. Se corre el riesgo de que le convenzan; y un hombre que permite que le convenzan con una razón, es un ser absolutamente irracional.
Antes del impresionismo no había sombras azules.
La belleza es muy superior al genio. No necesita explicación.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno es joven.
Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido.
El arte es la forma más intensa de individualismo que el mundo ha conocido.
Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.
Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho.
El único deber que tenemos con la historia es rescribirla.
Un sentimental es un hombre que ve un absurdo valor en todo, y no conoce el precio fijo de nada.