No hizo naturaleza cosa dificultosa de las que al hombre son necesarias.
Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo.
Por patria reputamos la tierra donde vivimos felizmente.
Feliz quien desprecia la fortuna.
Prueba es de virtud el desagradar a los malvados.
Nunca mucho costó poco.
Fácilmente cree el desdichado.
Flaqueza es temer lo que nunca experimentamos.
En ninguno es la ira más peligrosa que en el que a otros castiga.
Justa causa de alegría es ver alegre a un amigo.
Fácil se nos hace la cura, por grave que sea, si se siente provecho en ella.
El primer grado de las riquezas es tener lo preciso, y el segundo la que basta.
No es blando el camino del cielo.
Paciencia muchas veces ofendida trastorna el juicio.
Nunca falta al avariento razón para negar.
Vicios hay que como señales de felicidad deleitan.
Ninguna esperanza queda de virtud, cuando no solamente deleitan los vicios, sino que se aprueban.
Hasta los vicios de quien mucho amamos nos placen.
Muchas veces la pasión nos ata la lengua.
Procuramos olvidar lo que, traído a la memoria, nos entristece.