Frases de Seneca ( 18 )


No hay árbol recio ni consistente sino aquel que el viento azota con frecuencia.

El vulgo defensor de su propio mal, se levanta contra la razón.

Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar de ella.

La amistad y la enemistad proceden de la voluntad.

Hasta la desgracia se cansa.

El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere.

Los placeres aun después de haber pasado recrean.

La poca templanza del enfermo hace al médico ser cruel.

No hay viento favorable para el que no sabe donde va.

Al que la razón no pudo dar remedio, muchas veces se lo dio la paciencia.

Mucho se descubre en su rostro el temeroso.

Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran.

No se debe poner la espada en manos del desesperado.

El que no quiera vivir sino entre justos, viva en el desierto.

El sabio en la virtud debe siempre hacer fundamento.

No hace beneficio quien mira a la prosperidad del que lo recibe.

El cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo.

No sirven de nada las desgracias a aquel que no aprenda en ellas.

Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos.

Recibe beneficio el que lo hace al que lo merece.