Frases de jorge drexler. Encuentra docenas de frases de jorge drexler con fotos para copiar y compartir.
Sus caricias son sueños, entreabren la muerte, son lunas accesibles, son la vida más alta.
Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho.
Vino, enseñame el arte de ver mi propia historia, como si esta ya fuera ceniza en la memoria.
Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde.
¡Tú, tú, tú, mi incesante primavera profunda mi río de verdor agudo y aventura!.
Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.
Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse desde lejos y no tomarse en serio.
Yo creo que de todos los géneros quizá el policial sea el más artificial, porque en verdad los crímenes no se resuelven por razonamientos, sino por delaciones.
Uno no es por lo que escribe, sino por lo que ha leido.
Y los ojos prometen mientras la boca aguarda.
La universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.
La muerte me desgasta, incesante.
El espíritu invade mi existencia con poder soberano.
La soledad no es tan triste. Ser es también no haber sido.
Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son el quijote, la divina comedia y no incurrir en la lectura de enrique larreta ni de benavente.
Publicamos nuestro libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores.
Calor, amor. La historia tras la puerta.
Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón.
Lo que más admiro en los demás es la ironía, la capacidad de verse de lejos y no tomarse en serio. Después, el valor y la humildad, siempre que no sea ostentosa.
Evidentemente debo muy poco a los esquimales o al congo; pero, en realidad, hago cuanto puedo para ser digno de la universidad del mundo.
Pero más, más ternura trae la caricia. Lentas, las manos se demoran, vuelven, también contemplan.
Israelitas, cristianos y musulmanes profesan la inmortalidad, pero la veneración que tributan al primer siglo prueba que solo creen en él, ya que destinan todo lo demás, en número infinito, a prem...
Nadie y todos somos la patria.
Es supersticiosa y vana la costumbre de buscar sentido en los libros, equiparable a buscarlo en los sueños o en las líneas caóticas de las manos.
Mi casa se puebla de arlequines cuando hay ruido de besos en el aire.
En mi país se pasan quince minutos diciendo que no hace falta presentarme y diciendo que van a ser breves en la presentación; y así pueden estar una hora sin haberme presentado.
¿Es un imperio esa luz que se apaga o una luciérnaga?.
Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real.
El diseñador gráfico trabaja en la interpretación, el ordenamiento y la presentación visual de mensajes. Su sensibilidad para la forma debe ser paralela a su sensibilidad para el contenido.
Yo siempre seré el futuro Nobel. Debe ser una tradición escandinava.
Gentes que me son extrañas: esas que me creen solo sin ver que tú me acompañas.
No podría definirme como ateo, porque declararme ateo correspone a una certidumbre que no poseo.
Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra.
En el orden intelectual soy un hombre desgarrado hasta el escándalo por sucesivas y contrarias lealtades.
¿quién soy? estoy tratando de averiguarlo.
Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?.
¿Habrá un fin al saber?. Nunca, nunca. Se está siempre al principio de una curiosidad inextinguible frente a infinita vida.
Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.
Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy.