Frases indirectas de desamor ( 8 )
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Fueron los hombres que más me engañaron los que más me gustaron.
Y siempre se ha sabido que el amor no conoce su propia profundidad hasta la hora de la separación.
Una amante no es ni puede ser nunca una amiga. Mientras estáis bien, sois amantes; y cuando se ha terminado, nada más que amigos.
Después de la lluvia, el amor consuela como el resplandor del sol.
Lo siento, quisiera pero ahora no puedo... estoy saliendo con mi guitarra.
En una separación el único que no es muy querido es el que dice las cosas más tiernas.
Lloré cuando vi que tenías una relación. Pero cuando vi con quién, lloré de risa.
La última sonrisa del amor, muy frecuentemente, son las lágrimas.
Es mejor haber amado y haber perdido que no haber perdido nunca.
Cuando dices «es una larga historia» es por que aún te duele contarla.
De las personas falsas yo solo quiero una cosa: ¡distancia!
Nunca busques una dama si no sabes ser caballero.
No quiero ser especial en tu vida, quiero ser edición limitada.
Una relación es de dos personas, pero hay quienes no saben contar.
La agresividad es la mejor señal de que alguien es una persona insegura.
Te puedo ignorar tanto que dudarás de tu existencia.
Nunca te van a cambiar por algo mejor, solo por algo mas fácil.
Eres como una moneda: ¡tienes dos caras!
Cuando esa persona está cerca de ti no necesitas de dar los buenos días. Ya sabes que el día va a ser genial solo por verla de nuevo.
Cada vez que escuches esa canción, sabrás que estoy pensando en ti.
¿Qué más necesitas para saber qué te has metido en mi corazón? ¿Tengo que usar un letrero con tu nombre en el pecho?
Todos los días te pienso aunque ni siquiera pueda cruzarme contigo a lo largo del día.
No te preguntes porque me sonrojo cuando volteas a verme, si ya sabes la respuesta.
Tú me ves como un tonto porque no dejo de sonreír todo el tiempo, pero no te has dado cuenta que solo lo hago cuando estás junto a mí.
Si el ser despistado fuera un delito, tendría que denunciarte con la policía por no ver mis señales.
Estar a tu lado y escucharte decir que te has cansado del amor, sin saber cuan de acuerdo estoy contigo por tu culpa.
Deberían darnos medallas a cada uno: a ti por tus despistes y a mí por conservar la esperanza.
A veces tengo que ganas de golpearte por no darte cuenta de lo obvio que puedo llegar a ser.
