Friedrich rückert. Encuentra docenas de friedrich rückert con fotos para copiar y compartir.
Solo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.
Mas todos los poetas creen que quién tendido en el pasto aguza el oído se entera un poco de las cosas que existen entre el cielo y la tierra.
El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.
La envidia silenciosa crece en el silencio.
Nuestra fe en otros revela en qué quisiéramos creer en nosotros mismos.
El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere.
La belleza se define como la manifestación sensible de la idea.
El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido solo por los elogios o por la crítica.
En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.
Mucho tienen que hacer los padres para compensar el hecho de tener hijos.
Un buen remedio contra la enfermedad del yuppie: invierte más tiempo en tu trabajo que trabajo en tu tiempo.
El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
La ostra enferma porque lleva la perla, y tu da gracias al cielo que te ennoblece con el dolor.
Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.
Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.
El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.
No existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas.
Cuando trates con una mujer no olvides el látigo.
Solo la fantasía permanece siempre joven; lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca.
La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido.
Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.
Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.
Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza.
No pocas veces ya he dicho adiós; conozco las horas desgarradoras de la despedida.
¿De dónde surgen las pasiones repentinas de un varón por una mujer, las pasiones hondas, entrañables? de lo que menos, de la sola sensualidad; pero cuando el varón halla juntos en una sóla criat...
No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior.
Toda convicción es una cárcel.
Siempre habíais sido lo más caro a mi corazón, mi posesión y mi obsesión; por eso tuvisteis que morir prematuramente.
Fe: no querer saber la verdad.
Ser feliz en la contemplación serena, con la voluntad extinguida, sin la codicia y el afán del egoísmo, frío y gris de pies a cabeza, pero con ojos ebrios de luna.
La persona que tiene mucha alegría es necesariamente buena: pero tal vez no sea la más lista, aunque consigue precisamente aquello que la más lista trata de conseguir con toda su listeza.
Dos cosas quiere el hombre de verdad: el peligro y el juego. Por eso quiere la mujer, que es el juguete más peligroso.
Las mentes más profundas de todos los tiempos han sentido compasión por los animales.
Prefiero unos pocos allegados a las malas compañías; pero deben saber ir y venir oportunamente.
Amo al que no retiene para si una gota de espíritu.
El ideal, se seduce a si mismo el seducido, seria amar a la tierra como la ama la luna, y palpar su belleza únicamente con la mirada. Y el no pedir de las cosas más que poder estar tendido ante ella...
El miedo ha favorecido mas el conocimiento general del ser humano que el amor, pues el miedo quiere adivinar quién es el otro, qué es lo que puede, qué es lo que quiere: equivocarse en eso constitu...
Exceso de trabajo, curiosidad y simpatía, nuestros vicios modernos.