Louis kahn ladrillo ( 2 )
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Los economistas y los tecnócratas desde sus casas de playa dicen que el Perú está cañón, que la economÃa crece y crece y que nunca hemos estado mejor. ¡Por favor! Que se ensucien los zapatos, q...

Estás construyendo mi prisión ladrillo por ladrillo... Tienes lo que quieres

Jeunet es el director de ese engendro, pelÃcula para algunos -estaban equivocados-, ladrillo para otro -estábamos en lo cierto- que fue Amelie.

Jeunet es el director de ese engendro, pelÃcula para algunos -estaban equivocados-, ladrillo para otro -estábamos en lo cierto- que fue Amelie.

De cualquier forma los celos son en realidad una consecuencia del amor: os guste o no, existen.

Si un hombre ama su trabajo, por encima del éxito o la fama, es un elegido de dios.

La conciencia es una voz interior que nos advierte que alguien puede estar mirando.

Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oÃr nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir.

La conciencia del tiempo, bajo su forma más pura, es el aburrimiento, es decir, la conciencia de un intervalo que nada atraviesa o que nada puede llenar.

Un amigo es una imagen que tienes de ti mismo.

Cuando las mujeres se besan, siempre recuerdan a los boxeadores profesionales cuando se estrechan las manos.

No se viaja para ir a ninguna parte, sino para ir.

No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.

La fe puede ser sucintamente definida como una creencia ilógica en que lo improbable sucederá.

Guardate tus miedos, pero comparte tu valentÃa con otros.

No existen tierras extrañas. Es el viajero el único que es extraño.

Si tienes que preguntarlo, nunca lo sabrás.

Solo hay dos maneras de resumir la música : o es buena o es mala. Si es buena no le das más vueltas, simplemente la disfrutas.

La polÃtica es quizá la única profesión para la que no es necesaria preparación.

Algo debe haber hecho mal o no serÃa tan famoso.

Todos somos viajeros en el yermo de este mundo, y lo mejor que podemos encontrar en nuestro recorrido es un amigo honesto.

No juzgues el dÃa por la cosecha que has recogido, sino por las semillas que has plantado.

Tu puedes dar sin amar, pero no puedes amar sin dar.

Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. El asunto es moverse.

Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas.

Hay solamente una diferencia entre una larga vida y una buena cena: en la cena, el postre llega al final.

La vanidad muere con dificultad. En algunos casos obstinados, sobrevive al hombre.

Si no conozco una cosa, la investigaré.

Mi memoria es magnÃfica para olvidar.

Enterradme y dejad que descanse bajo el vasto y estrellado cielo. Gozoso vivà y gozoso muero.

El soltero desea una esposa pero se alegra de no tenerla.

Nadie puede adoptar la polÃtica como profesión y seguir siendo honrado.

Un cÃnico es un hombre que, en cuando huele flores, busca un ataúd alrededor.

El matrimonio es como la vida real; un campo de batalla y no un lecho de rosas.

El hombre se hace civilizado no en proporción a su disposición para creer, sino en proporción a su facilidad para dudar.

La desgracia es la comadrona de las virtudes.

La edad madura es aquella en la que todavÃa se es joven, pero con mucho más esfuerzo.

A una persona naturalmente confiada le lleva bastante tiempo reconciliarse con la idea de que, después de todo, Dios no lo ayudará.

El principal valor del dinero radica en que lo estimamos más de lo que vale.

Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada dÃa en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos.