Urge ya, en estos tiempos de política de mostrador, dejar de avergonzarse de ser honrado. (. . . ) la política virtuosa es la única útil y durable.
José Martí
Volveré a mi tierra. Volveré. Pondré mi frente entre sus manos. El calor del surco entrará en mis ojos hasta el alma. No rehusaré su calle ni su puerta. No rogaré que me ame, porque su corazón ...
Ni los demonios ni los dioses existen, son todos productos de las actividades síquicas del hombre.
Pedir una moral a la ciencia es arriesgarse a sufrir crueles desengaños.
No se tiene más que la felicidad que se puede comprender.