Las mujeres son peligrosas por las enfermedades que muchas de ellas comunican a los que obtienen sus favores.
Giacomo Casanova
A la mala costumbre de hablar de uno mismo y de los propios defectos hay que añadir, como formando bloque con ella, ese otro hábito de denunciar, en los caracteres de los demás, defectos análogos ...
Mi música es divertida, un poco descarado.
Hay momentos en los que Dios exige obediencia, pero hay momentos en los que desea probar nuestra voluntad y nos desafía a entender su amor
No olvides que te espero, no esperes que te olvide