Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron "Bichi".
Ernesto Esteban Echenique
Todo no puede funcionar a la perfección en el mundo, pues a los hombres aún hay que gobernarlos con engaños.
La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.
En cuanto se suprime la tiranía, estalla el conflicto entre aristocracia y democracia.
Curiosamente los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado.