Colección de pepe
El poder polÃtico es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra.
Karl MarxLa verdad padece, pero no perece.
Santa Teresa De JesúsAprender música leyendo teorÃa musical es como hacer el amor por correo.
Luciano PavarottiLa patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se la sirve, pero no se la toma para servirse de ella.
José MartÃLos genios son peligrosos para los talentos jóvenes, pues no hacen más que reproducirlos creyendo reproducirse a sà mismo.
Johann Wolfgang Von GoetheEl Hombre es lo que importa. El Hombre ahÃ, desnudo bajo la noche y frente al misterio, con su tragedia a cuestas, con su verdadera tragedia, con su única tragedia... la que surge, la que se alza cuando preguntamos, cuando gritamos en el viento. ¿Quién soy yo?.
León FelipeEl miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento.
Paulo CoelhoSon tan buenos amigos mi corazón y el viento.
José Angel BuesaLa vida y el espÃritu son dos grandes poderes o necesidades entre los que el Ser Humano es puesto.
Carl JungA carne de lobo diente de perro.
RefránEl rendirse a la ignorancia y llamarla dios siempre ha sido prematuro y sigue siéndolo hoy dÃa.
Isaac AsimovQuien ande por la mar, aprede a rezar.
RefránCuando estoy trabajando en un problema, nunca pienso sobre su belleza. Solo pienso en como resolver el problema. Pero cuando lo termino, si la solución no es bella, se que esta equivocada.
Richard Buckminster FullerLas miradas que ya al conocer se hablan entre sà en la distancia, no hacen falta palabras...qué más da!, si ya interpretamos lo que claman.
Roque DaltonDivino es y eterno el EspÃritu.
Hermann HesseEl árbol que no da frutos, da leña.
RefránY juro por mi qué solo fui por un café, pero te vi.
Ricardo ArjonaAmaré al prójimo, solo si no se acerca más.
Valeriu ButulescuLas multitudes siempre se alimentan de "epidemias psÃquicas".
Carl JungEl gran cartago lideró tres guerras: después de la primera seguÃa teniendo poder; después de la segunda seguÃa siendo habitable; después de la tercera ya no se encuentra en el mapa.
Albert Camus