Multitud. Encuentra docenas de multitud con fotos para copiar y compartir.
En el clamor de la multitud, en los aplausos y en las burlas, o en el cariño de los demás, no encontramos el triunfo o la derrota; solo se encuentra dentro de nosotros mismos.
Las injurias tienen una gran ventaja sobre los razonamientos: la de ser admitidas sin pruebas por una multitud de lectores.
Dos es compañía, tres multitud.
La nariz de una multitud es su imaginación. Por ella, en cualquier momento, puede guiársela serenamente.
Cuanto mayor es la multitud, más insignificante de la persona.
La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás.
La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios.
La multitud no envejece ni adquiere sabiduría: siempre permanece en la infancia.
Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos.
¿Quién es, pues, el creador y padre de este Universo? Difícil es encontrarlo; y cuando se ha encontrado, imposible hacer que la multitud lo conozca.
La tiranía de una multitud es una tiranía multiplicada.
Una multitud es como un vasto desierto de hombres.
Tomado colectivamente, el pueblo es un poeta: autor y actor se inflaman con la obra que se representa o que le hacen representar, sus mismos excesos no son tanto instinto de una crueldad nativa cuanto...
La multitud te da certidumbre, seguridad, a costa de tu espíritu. Te esclaviza. Te da unas directrices de cómo vivir: qué hacer, qué no hacer.
Pero algunos creen que, aparte de toda esta multitud de bienes, hay algún otro que es bueno por sí mismo y que es la causa de que todos aquellos sean bienes.
La multitud obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor.
El hombre es una multitud solitaria de gente, que busca la presencia física de los demás para imaginarse que todos estamos juntos.
Tiene el poder aquel en el que la multitud cree.
La opinión de toda una multitud es siempre más creíble que la de una minoría.
Nadie es dueño de la multitud aunque crea tenerla dominada.
El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
No siempre es la multitud la poseedora de la verdad absoluta.
La perfección no consiste en la multitud de cosas hechas, sino en el hecho de estar bien hechas.
Por entre la multitud va la esteta juventud de pensadores vencidos y de eternos soñadores de los frutos prohibidos.
Formar parte de una multitud resulta una experimentación muy semejante a la intoxicación alcohólica.
Antes de componer una pieza, camino multitud de veces a su alrededor acompañado por mí mismo
El deseo de desaparecer, porque las cosas desaparecen, emponzoño tan atrozmente mi sed de ser que, en medio de los resplandores del tiempo, el aliento se apagaba y el ocaso de las naturaleza me envol...
La intensidad de la indignación, el grado de inflamabilidad y la inclinación a la violencia son factores que tienden a incrementarse cuanto mayor es el tamaño y la densidad de la multitud concentra...
Ser Primer Ministro es un trabajo solitario. En cierto modo, así es como debe ser; no se puede liderar desde la multitud. Pero con Denis allí, nunca estaba sola. Qué hombre. Qué marido. Qué amigo
...el principio, el medio y el fin, el nacimiento, el aumento y la perfección de todo lo que vemos, se hace a partir de contrarios, a través de contrarios, en los contrarios, hacia los contrarios, y...
Muchos han comerciado con ilusiones y falsos milagros, engañando a la estúpida multitud.
Odio todo lo que sea privilegio y monopolio. Considero como tabú todo lo que no puede ser compartido por la multitud.
El pueblo es la unión de una multitud racional, asociado en razón de las cosas que comúnmente ama.
Al hombre justo y tenaz en sus propósitos no le moverán de su firme voluntad ni la exaltación de los malos deseos de la multitud, ni el fiero rostro de un tirano amenazador
Me hago viejo aprendiendo siempre multitud de cosas.
Recuerda siempre que la multitud que aplaude tu coronación es la misma que aplaudirá tu decapitación. A la gente le gustan los espectáculos.
No hay discurso dirigido a la multitud que no tenga el doble fin de aclarar la situación y de sugerirle algo a la masa.
La ignorancia reina entre los mortales y multitud de palabras, pero el momento oportuno dará cuenta de ellas.
La multitud, como el mar, es por sí misma inmóvil, es tranquila o por celosa, según sean los vientos o las auras que las conmuevan
Dios está en todas partes... Y, a fin de cuentas, está siempre con los que tienen mucho dinero y multitud de armas