Las desgracias que podemos soportar vienen del exterior; son accidentes. Pero sufrir por nuestras propias faltas. . . Es ahí donde reside el tormento de la vida.
La pasión te obliga a pensar en circulos.
La única diferencia entre un santo y un pecador es que el santo tiene pasado y el pecador, futuro.
Los niños empiezan amando a sus padres; después les juzgan; rara vez les perdonan.
En cuestión de religión, la verdad es simplemente la opinión que ha sobrevivido.
En cuanto a los pobres virtuosos, uno puede compadecerlos, por supuesto, pero es imposible admirarlos.
Si se pudiera enseñar a hablar a los ingleses y a escuchar a los irlandeses, la sociedad sería civilizada.
El deber es lo que esperamos que hagan los otros.
Últimamente se han escrito varias obras de teatro sobre la monstruosa injusticia que supone el actual código de moral social. Por supuesto que es una vergüenza insultante que haya una ley para el h...
El genio dura más que la belleza. Eso explica que nos tomemos tantas molestias en educarnos sobradamente.
La seriedad es el último refugio de los superficiales.
La desobediencia, a los ojos de cualquiera que haya leído la historia, es la virtud original del hombre. El progreso ha llegado por la desobediencia, por la desobediencia y la rebelión.
Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida.
Tengo gustos simples. Me satisfago con lo mejor.
Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable.
El único deber es el deber de divertirse terriblemente.
Hoy en día, para formar parte de la buena sociedad, uno tiene que alimentar a la gente, divertirla o escandalizarla.
La educación es una cosa admirable, pero es bueno recordar de vez en cuando, que nada que valga la pena saber puede ser enseñado.
Creo que, en la vida práctica, el éxito, el auténtico éxito, tiene algo un tanto indecoroso; hay algo en la ambición que es siempre indecoroso.
Hay pecados cuya fascinación está más en el recuerdo que en la comisión de ellos.