El otro en nietzsche ( 5 )
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La crueldad es a menudo el signo de una insatisfacción interior que anhela un narcótico; y también lo es una cierta desconsideración cruel del pensamiento.

Con múltiple espejo captaba yo aun su mirada cuando su boca estaba cerrada, para que me hablaran sus ojos. Y sus ojos me hablaban, en efecto.

No me entienden; yo no soy la boca que sepa llegar a esos oídos.

Pero incluso cuando llora hace reír.

En el dolor hay tanta sabiduría como en el placer; ambas son las dos grandes fuerzas conservadoras de la especie.

Demasiado tiempo me debatí en la añoranza, con la mirada clavada en la lejanía, demasiado tiempo permanecí en la soledad, así que ya no se callar.

Amo al que hace de su virtud su afán y fatal destino; pues por su virtud quiere seguir con vida y no quiere vivir más.

Se parecen ellos a los exaltados; pero lo que los exalta no es su corazón, sino la venganza. Y cuando se vuelven finos y fríos no es su espíritu, sino la envidia.

Un peligroso cruzar, un peligroso mirar hacia atrás, un peligroso estremecerse y detener el paso.

La vida es un instinto de desarrollo, de supervivencia, de acumulación de fuerzas, de poder.

Ha llegado la hora de buscar a los perdidos.

Locura le llamó a esto; la excepción se convertiría para él en la regla.

Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado.

El que busca fácilmente se pierde. Todo aislamiento es culpa.

Lenta es la experiencia de todos los pozos profundos; tardan mucho en saber lo que ha caído a su fondo.

Todo pensador profundo tiene más miedo a ser entendido que a ser malentendido.

Tal es el destino que quiere mi voluntad.
En los individuos es rara la locura - pero es la regla en los grupos, partidos, pueblos, épocas y por ello los historiadores no han hablado hasta ahora de locura. Pero alguna vez la historia la escri...
La igualdad hace disminuir la felicidad del individuo, pero abre la vía para la ausencia de dolor de todos. Al final de la meta estaría ciertamente la ausencia de dolor, pero también la ausencia de...

Vuestra virtud es vuestro propio ser, y no nada ajeno a vosotros; es piel y disfraz.

Y solo si se aparta de sí mismo saltará su propia sombra.

El último cristiano murió en la cruz.

Y muchas veces uno solo quiere saltar mediante el amor por encima de la envidia. Y muchas veces uno ataca, haciéndose un enemigo, para disimular que es atacable.

Ansiaban escaparse de su miseria, pero las estrellas quedaban demasiado lejos.

En la malicia el arrogante coincide con el débil.

¿ Eres capaz de fijarte por ti mismo tu bien y tu mal y suspender sobre ti la ley de tu propia voluntad? ¿ Eres capaz de ser tu propio juez y el guardián de tu propia ley?.

Y mi noción del conocimiento es: elevar toda profundidad hacia mi altura.

Cuando mejor mentimos es cuando la mentira concuerda con nuestro carácter.

Y aun la ceguera del ciego y su andar a tiento han de dar fe del poder del sol que miró...

El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.

¿Dónde esta la cumbre que yo pueda aun escalar con mi anhelo?.

Quien siempre da corre peligro de perder la vergüenza.

La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.

Y si el río de mi amor se precipita por fragoso terreno, no importa, no hay río que no se abra paso tarde o temprano hacia el mar.

Aspiras a las libres alturas; tu alma anhela alcanzar el mundo de las estrellas. Más también tus malos instintos ansían la libertad.

Los alemanes inventaron la pólvora -¡todos mis respetos por ello! Pero volvieron a compensado- inventaron la prensa.

No pensaban suficientemente hondo, así que su sentir no descendía hasta los fondos.

Vuestro honor no lo constituirá vuestro origen, sino vuestro fin.

(...) las intenciones morales (o inmorales) han constituido en toda filosofia el auténtico germen vital del que ha brotado siempre la planta entera.

Sois estériles; ésta es la razón de que no creáis en nada.