Francisco de La Rochefoucauld: Confesamos nuestros pequeños ...
Confesamos nuestros pequeños defectos para persuadirnos de que no tenemos otros mayores.
Francisco de La Rochefoucauld
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Es bueno seguir la pendiente con tal que sea subiendo.
Creo en mi corazón, siempre pero nunca vaciado.
Ella es la fuerza viva, el soplo ardiente de cuanto sueña y goza, piensa y siente; de cuanto canta y ríe, vibra y ama.
No es suficiente combatir la ignorancia de los ignorantes. Es preciso también, y en primer lugar, combatir la ignorancia de los que saben muchas cosas, incluso de los que creen saberlo todo.