Quizás a nadie atormentamos como a nuestra madre; quizá por ningún cariño sacrificamos menos: tan seguros estamos de poseerlo siempre, de que siempre perdona.
Jacinto Benavente
Hay dos buenas reglas que deberían ser escritas en cada corazón - no creer nada malo de nadie a menos que sepa positivamente que es verdad, nunca a decir incluso que, si usted siente que es absoluta...
No hay nada más terrible que la imaginación sin gusto.
Estoy en medio del que soy y del que tu quisieras
Al único enemigo al que temo es la naturaleza.