No consiento que la mujer enseñe ni domine al marido, sino que se mantenga en silencio.
San Pablo
No hay accidente, por desgraciado que sea, del que los hombres hábiles no obtengan provecho.
La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.
No hay presente: todos los caminos son recuerdos o preguntas.
Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad.