Refran miserable
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Despacio al pensar, y pronto al ejecutar.

El hombre que ha de mendigar amor es el más miserable de todos los mendigos.

El miserable y el pobre, las paga doble.

El amor y los celos son compañeros.

Oficio que no sustenta tu vida, dale despedida.

Con amor y aguardiente, nada se siente.

Oh, falso amor, pocas veces das placer y muchas dolor!.

Un amigo es como la sangre, que acude a la herida sin que la llamen.

Donde hay amor, no hay temor.

La cama, el fuego y el amor, nunca te dirán vete a tu labor.

El que se enamora no lo nota, pero al poco tiempo se vuelve idiota.

El idiota grita, el inteligente opina y el sabio calla.

Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

Es miserable saberse miserable, pero es ser grande reconocer que se es miserable.

La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable.

Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.

Cualquier cosa es preferible a esa mediocridad eficiente, a esa miserable resignación que algunos llaman madurez.

Envidia, ni tenerla ni temerla.

Consejos en amores nunca recibas, y menos cuando vienen de las amigas.

La mujer puede tanto que hace pecar a un santo.

Jamás cerró una puerta dios, sin que abriese dos.

El que no mira hacia adelante, atrás se queda.

Lo que en los libros no está, la vida te enseñará.

Quien grandes cosas busca, por fuerza ha de hallar alguna.

Vivir prevenidos, es de buen sentido.

Acabándose el dinero, se termina la amistad.

Para el amor y la muerte no hay cosa fuerte.

Cual es el padre, así los hijos salen.

Amigo en la adversidad, amigo de verdad.

En la necesidad, se conoce la amistad.

Quien buen norte tiene, seguro va y seguro viene.

Rencillas entre amantes, mayor amor que antes.

Al que tiempo toma, tiempo le sobra.

Amistad de juerga no dura nada.

La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.

Con pistola a discreción, cualquiera tiene razón.

Con la muerte todo se acaba.

A la fuerza no es cariño.

El amor y el buñuelo han de comerse en caliente.

Abrazo flojo, amor poco; abrazo apretado, ese sí que es abrazo.