Colección de jose
Los locos a la guerra, los cuerdos en su tierra.
RefránTodos los hombres tienen sus horas de niños, y ¡hay del que no las tiene!.
Marcelino Menéndez Y Pelayo¡Qué música del tacto las caricias contigo! ¡Qué acordes tan profundos! ¡Qué escalas de ternuras, de durezas, de goces!.
Manuel AltolaguirreUn solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho.
SénecaDespués del crepúsculo, los gusanos de luz piensan: ¡nosotros hemos iluminado el mundo!.
Proverbio SánscritoDame tu estar, amor, en los extremos, tu presencia y tu infiel sabidurÃa: por los caminos de la sangre mÃa ya no sé si es que vamos o volvemos.
Julia PrilutzkyUna cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia.
Jean De La BruyereEs imposible que una cosa tan natural, tan necesaria y tan universal como la muerte pueda haber sido destinada a la humanidad, por la providencia, como un mal.
Jonathan SwiftLa música es un eco del mundo invisible.
Giuseppe MazziniDios tiene dos tronos. Uno en lo más alto de los cielos y otro en el más humilde de los corazones.
Dwight Lyman MoodyMiles de soles lejanos no disipan la noche.
Antonio PorchiaCuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros.
Hermann HesseSeguir estúpidos precedentes y parpadear con los dos ojos es más fácil que pensar.
William CowperLos errores tienen casi siempre un carácter sagrado. Nunca intentéis corregirlos. Al contrario: lo que procede es racionalizarlos, compenetrarse con aquellos integralmente. Después, os será posible subliminarlos.
Salvador DalÃMe gusta estar con vos, me está gustando es más, creo que sin vos se angosta el espacio y falta aire en rincones Ãntimos.
Carmen NaranjoMientras no haya viento, el árbol no florecerá.
Proverbio AfganoYo Fui La Más Callada
Yo fui la más callada
de todas las que hicieron el viaje hasta tu puerto.
No me anunciaron lúbricas ceremonias sociales,
ni las sordas campanas de ancestrales reflejos;
mi ruta era la música salvaje de los pájaros
que soltaba a los aires mi bondad en revuelo...
No me cargaron buques pesados de opulencia,
ni alfombras orientales apoyaron mi cuerpo;
encima de los buques mi rostro aparecÃa
silbando en la redonda sencillez de los vientos.
No pesé la armonÃa de ambiciones triviales
que prometÃa tu mano colmada de destellos:
solo pesé en el suelo de mi espÃritu ágil
el trágico abandono que ocultaba tu gesto.
Tu dualidad perenne la marcó mi sed ávida.
Te parecÃas al mar, resonante y discreto.
Sobre ti fui pasando mis horarios perdidos.
Sobre mà te seguiste como el sol en los pétalos.
Y caminé en la brisa de tu dolor caÃdo
con la tristeza ingenua de saberme en lo cierto:
tu vida era un profundo batir de inquietas fuentes
en inmenso rÃo blando corriendo hacia el desierto.
Un dÃa, por las playas amarillas de histeria,
muchas caras ocultas de ambición te siguieron;
por tu oleaje de lágrimas arrancadas al cosmos
se colaron las voces sin cruzar tu misterio...
Yo fui la más callada.
La voz casi sin eco.
La conciencia tendida en sÃlaba de angustia,
desparramada y tierna, por todos los silencios.
Yo fui la más callada.
La que saltó la tierra sin más arma que un verso.
¡Y aquà me veis, estrellas,
desparramada y tierna, con su amor en mi pecho!
La brevedad es hermana del talento.
Anton Pavlovich ChekhovYo prefiero no hacer a nadie responsable. Prefiero decir: Si hay que vestir al desnudo, el hombre debe vestirlo; si el hambriento desfallece, el hombre debe alimentarlo. Prefiero confiar en la empresa humana, en la inteligencia humana, en el corazón y el cerebro humanos. No hay evidencia de que Dios haya intervenido jamás en los asuntos del hombre.
Robert IngersollAlgo busca en tu casa quien te hace visitas largas.
Refrán