Colección de pepe
Tranquilizar el espÃritu es la mejor manera de curar el cuerpo.
Napoleón BonaparteNo puedo parar de trabajar. Tendré toda la eternidad para descansar.
Madre Teresa De CalcutaEn comunidades siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence.
Pedro Calderón De La BarcaEstoy convencido de que a esta sociedad consumista, cegada por el mercado, la sucederá otra que se caracterizará por el hecho trascendente de que no dejará de lado la justicia social y la solidaridad.
René Gerónimo FavaloroMadrigal de Otro EstÃo
Dudé si compararte
con la nube o la luna:
Agua fugaz para mi sed, caricia
de luz distante en sombra Ãntima y única.
Ramas cansadas, últimos delirios
esperaron en vano que la antigua
costumbre de los astros me alumbrara;
dádivas de la nunca
previsible constancia de los meses
mi sien tocaran con sus manos húmedas.
Toda mi piel gozó tu piel un dÃa,
toda mi noche se encendió en tu púdica
palabra sin futuro.
Sé que un agua
de juncias densa y clara se me oculta
y me llama y no sé si de mi sed
se burla o, para ser, mis labios busca.
Compararte pudiera a los oasis
-no a la nube inconstante, no a la luna
mudable-, pero solo oigo mis pasos,
no de tus palmas la envolvente música.
Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo regresarás... sé solo que te estaré esperando
José Angel BuesaLa libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer.
Baltasar GraciánCuando El Tiempo Ya Es Ido
Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
dÃas, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo dÃa, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.
La oración deberÃa ser la llave del dÃa y el cerrojo de la noche.
Thomas FullerTodo disfraz repugna al que lo lleva.
Silvina OcampoHay quien arroja un vidrio roto sobre la playa. Pero hay quien se agacha a recogerlo.
José NaroskyMi opinión sintética de las mujeres es que con ellas es preciso atreverse a todo.
StendhalEl amor y los celos son compañeros.
RefránEn el viaje al éxito, la primera parte del viaje es tan importante como la última parte.
John MaxwellDebemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquà existió un mundo donde prevalació el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.
Gabriel GarcÃa MárquezYo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad deberÃa tener alas.
Alejandra PizarnikLa sabidurÃa suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen.
William Faulkner¿Por qué hay miedo en tu corazón? detrás de tus pechos crecen flores, hueles a manzanas y eternidad.
Jens August SchadeNo te asuste naufragar que el tesoro que buscamos, capitán, no está en el seno del puerto sino en el fondo del mar.
León Felipe