Colección de pepe
Si te dan un papel pautado, escribe por detrás.
Juan Ramón JiménezNunca vayas por el camino trazado, porque conduce hacia donde otros han ido ya.
Alexandre Graham BellContra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
Johann Wolfgang Von GoetheDe virtud hay una especie, de maldad, muchas.
PlatónNada resiste tanto como lo provisional.
André MauroisEvidentemente, la vida es solo un continuo proceso de deterioro.
Francis Scott FitzgeraldCada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a los Alpes.
August von KotzebueEn un espÃritu corrompido no cabe el honor.
TácitoLo mejor que podemos hacer por otro no es solo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.
Benjamin DisraeliLarga es la noche para el que yace despierto; larga es la milla para el que va cansado; larga es la vida para el necio que no conoce la verdadera ley..
BudaEs bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.
CicerónNo deis solo lo superfluo, dad vuestro corazón. .
Madre Teresa de CalcutaLos libros solo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.
Hermann HesseMadrigales
I
Déjame ya ocultarme en tu recuerdo inmenso,
que me toca y me ciñe como una niebla amante;
y que la tibia tierra de tu carne me añore,
oh isla de alas rosadas, plegadas dulcemente.
Y estos versos fugaces que tal vez fueron besos,
y polen de florestas en futuros sin tiempo,
ya son como reflejos de lunas y de olvidos,
estos versos que digo, sin decir, a tu oÃdo.
II
Llámame en la hondonada de tus sueños más dulces,
llámame con tus cielos, con tus nocturnos firmamentos,
llámame con tus noches desgarradas al fondo
por esa ala inmensa de imposible blancura.
Llámame en el collado, llámame en la llanura
y en el viento y la nieve, la aurora y el poniente,
llámame con tu voz, que es esa flor que sube
mientras a tierra caen llorándola sus pétalos.
III
No es para ti que, al fin, estas lÃneas escribo
en la página azul de este cielo nostálgico
como el viejo lamento del viento en el postigo
del dÃa más floral entre los dÃas idos.
Una palabra vuelve, pero no es tu palabra,
aunque fuera tu aliento que repite mi nombre,
sino mi boca húmeda de tus besos perdidos,
sino tus labios vivos en los mÃos, furtivos.
Y vuelve, cada siempre, entre el follaje alterno
de dÃas y de noches, de soles y sombrÃas
estrellas repetidas, vuelve como el celaje
y su bandada quieta, veloz y sin fatiga.
No es para ti este canto que fulge de tus lágrimas,
no para ti este verso de melodÃas oscuras,
sino que entre mis manos tu temblor aún persiste
y en él, el fuego eterno de nuestras horas
El sentimiento llena las lagunas de la ignorancia.
Vanessa RedgraveEl mejor lÃmite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.
SénecaNadie puede sospechar cuántas idioteces polÃticas se han evitado gracias a la falta de dinero.
Charles-Maurice Talleyrand PérigordCuesta más responder con gracia y mansedumbre, que callar con desprecio. El silencio es a veces una mala respuesta, una respuesta amarguÃsima.
Gar MarLa inteligencia conoce todas las cosas y ordenó todas las cosas que van a ser y las que fueron y las que son ahora y las que no son.
AnaxágorasEl autor que habla de sus propios libros es peor que la madre que solo habla de sus hijos.
Benjamin Disraeli