Frases de jose marti la ley en cuba. Encuentra docenas de frases de jose marti la ley en cuba con fotos para copiar y compartir.
Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero.
Solo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio.
Es bueno el que ama, y él solo es bueno: y el que no ama, no lo es.
La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie.
Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender.
Urge ya, en estos tiempos de política de mostrador, dejar de avergonzarse de ser honrado. (. . . ) la política virtuosa es la única útil y durable.
A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hac...
La paz viene como necesaria consecuencia del trabajo: pero el trabajo no se alimenta cuando no puede tener la esperanza de realizar y mejorar sus productos.
Los niños son la esperanza del mundo.
Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben.
Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies.
La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.
El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.
Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras.
La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.
Nuestra patria es una, empieza en el río grande, y va a parar en los montes fangosos de la patagonia.
La riqueza exclusiva es injusta. Sea de muchos; no de los advenedizos, nuevas manos muertas, sino de los que honrada y laboriosamente la merezcan.
Los apasionados son los primogénitos del mundo.
La patria no es de nadie: y si es de alguien, será, y esto solo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia.
No hay más que una gloria cierta: y es la del alma que está contenta de sí.
De una patria, como de una madre, nacen hombres.
La ciencia y las letras doman las pasiones que engendra la política. Tiempo es ya de que el afecto reemplace en la ley del mundo al odio.
Esta juventud entusiasta es bella. Tiene razón, pero aunque estuviera equivocada, la amaríamos.
Ni pueblos ni hombres han de ser medrosos que lleguen a tener miedo de sí mismos. En buena hora que la política sea artística, y pocas ciencias requieren tanto arte y mesura y estudio y buen gusto ...
La actividad es el símbolo de la juventud.
La ley del talento, como la de la dicha verdadera, es el desinterés.
Se tiene el talento para honrarse con él, no para deshonrar a los demás.
Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.
Las ideas justas, por sobre todo obstáculo y valla, llegan a logro.
El amor , administrado por la vigilancia, es el único modo seguro de felicidad y gobierno entre los hombres.
. . . Es hora ya de que las fuerzas de construcción venzan en la colosal batalla humana a las fuerzas de la destrucción. La guerra, que era antes el primero de los recursos, es ya hoy el último de ...
La palabra sincera huye, como niña decorosa, de los comedores renales.
Perdonar es vencer.
Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento, y respeto.
Quien piensa en sí, no ama a la patria.
El que sabe desdeñar su vida, sabrá siempre honrarla.
Pues no tiene la capacidad de gobernar con justicia, y no debe gobernar el que no tiene la capacidad de convencer.
La victoria está hecha de cesiones.
El deber de un hombre está allí donde es más útil.