Colecci髇 de jose

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No existe ning煤n dolor imposible, lo 煤nico infinito es el dolor.

Elias Canetti

Para el hombre dichoso todos los pa铆ses son su patria.

Erasmo De Rotterdam

El elogio endereza espinas dorsales.

Dom茅nico Cieri Estrada

El amor, tal como se practica hoy en la sociedad, no es m谩s que un intercambio de dos fantas铆as y el contacto de dos epidermis.

Nicolas Chamfort

Los ideales son la 煤nica forma de saber que estamos vivos.

Osvaldo Soriano

La llave del 茅xito es el conocimiento del valor de las cosas.

John Boyle O'Reilly

No quiero tenerte porque en mi ser todo estar谩 terminado. Solo quiero que surjas en m铆 como la fe en los desesperados, para que yo pueda llevar una gota de roc铆o en esta tierra maldita que se qued贸 en mi carne como un estigma del pasado.

Vinicius De Moraes

Cuida los centavos, que los pesos se cuidan solos.

Refr谩n

La historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable.

Bertrand Russell

Un poema completo es uno donde la emoci贸n ha encontrado su pensamiento y el pensamiento ha encontrado las palabras.

Robert Frost

Un amigo verdadero conoce tus debilidades pero te hace notar tus fortalezas; siente tus miedos pero fortifica tu fe; reconoce tu falta de habilidad pero acent煤a tus posibilidades.

William Arthur Ward

Los ingleses tienen el milagroso poder de convertir el vino en agua.

Oscar Wilde

He visto a un gerente empinado en un 谩rbol. Cada rama temblaba bajo la carga de responsabilidad.

Valeriu Butulescu

El crisantemo blanco. La pureza al encuentro del ojo.

Matsuo Basho

El orgullo detesta el orgullo en los dem谩s.

Benjamin Franklin

El amor es una sensaci贸n que emana del coraz贸n y por la sangre alcanza a cada c茅lula del cuerpo.

Alexander Lowen

Un dios honrado es la obra m谩s noble del hombre.

Robert Ingersoll

Si extiendo una mano encuentro una puerta.

Aldo Pellegrini

En los momentos de crisis, solo la imaginaci贸n es m谩s importante que el conocimiento.

Albert Einstein

Cuando el mar estaba claro trac茅 tu nombre en la playa, vino un oleaje a borrarlo y el mar se volvi贸 esmeralda.

Alfonso Orantes