Colección de pepe
En esta época todo el mundo parece tener talento pero realmente quienes me importan a mà y me merecen tal distinción son aquellos que permanecen en la oscuridad.
Thomas HardyQuien buen norte tiene, seguro va y seguro viene.
RefránLa enfermedad comienza, generalmente, esa igualdad que la muerte completa.
Ben JohnsonHay una sola mujer en el mundo. Una mujer, con muchos rostros.
Nikos KazantzakisMientras floreces No te olvides de tu fragancia flor de la orquÃdea.
Tagami KikushaTodos los hombres se entenderÃan bien sin las palabras mio y tuyo.
Proverbio ItalianoEs demasiado esperar que continué mi éxito. No pido esto. Todo lo que haré será mi mejor esfuerzo.
Audrey HepburnSed como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua.
Paulo CoelhoParece significativo que en griego el diablo se llame propiamente "calumniador": diabolos.
Arthur SchopenhauerComprendo que la mentira es engaño y la verdad no. Pero a mà me han engañado las dos.
Antonio PorchiaEl rÃo en invierno. El agua no es suficiente para cuatro o cinco patos.
Shiki MasaokaY el hombre, en su orgullo, creó a dios a su imagen y semejanza.
Friedrich NietzscheTengo gustos simples. Me satisfago con lo mejor.
Oscar WildeEl ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la cultura, como el latÃn, el estudio de las humanidades, la lectura de los clásicos, las leyes de la versificación, la ética. El ajedrez es hoy reemplazado por el fútbol, el boxeo o el tenis, que son juegos de insensatos, no de intelectuales.
Jorge Luis BorgesLa sangre de los buenos, no se vierte nunca en vano.
José MartÃLas leyes se han hecho para el bien de los ciudadanos.
CicerónEl hombre superior es impasible por naturaleza: le da igual que le elogien o censuren.
Napoleón BonaparteTe abrazo y corren las mandarinas; te beso y todas las uvas sueltan el vino oculto de su corazón sobre mi boca.
Gioconda BelliNo me gusta el rugby por violento, sino por inteligente.
Françoise SaganEl que se emborracha en la paz es un cobarde. El que se emborracha en la guerra, sigue siendo un cobarde.
José BergamÃn