Colecci髇 de pepe
Para obtener el 茅xito verdadero h谩gase estas cuatro preguntas: 驴Por qu茅? 驴Por qu茅 no? 驴Por qu茅 no yo? 驴Por qu茅 no ahora?.
James AllenLos hombre generalmente no pasan de criaturas adolescentes.
Napole贸n BonaparteComer sin trabajar, no se debe tolerar.
Refr谩nLa tristeza es un muro entre dos jardines.
Khalil GibranRoza el hilo de la ca帽a de pescar la luna en verano.
Kaga No ChiyoTodos estos d铆as actuaron con responsabilidad y seriedad sobre la cuesti贸n.
Nikos KazantzakisDebemos amar la oraci贸n. La oraci贸n dilata el coraz贸n hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que dios nos hace de s铆 mismo.
Madre Teresa De CalcutaLa b煤squeda de dios es una ocupaci贸n in煤til, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea.
Maximo GorkiEl tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos.
Henry Fr茅d茅ric AmielFanatismo, el falso incendio de las mentes sobrecalentadas.
William CowperSouvenir
Este amor que ha llegado entre la niebla,
igual que en otro invierno, sigiloso,
todo un ayer con su presencia puebla.
No turbar谩n el don de su reposo
crueles palabras ni celosos da帽os.
Solo la facha en la oquedad del foso.
As铆 vuelve el amor con sus enga帽os
a ser fiel esta tarde en que el invierno
le augura nieve a los perdidos a帽os.
Vuelve otra vez amor con ese tierno
acento de ilusi贸n en que cre铆mos
hallar la clave de un amor eterno.
Y otra vez a la carne le pedimos,
por hallar otra vez lo que encontramos,
rosas negras y c谩ndidos racimos.
Pero el amor de ayer no lo olvidamos.
La nieve se derriti贸 En la espalda del gran buda.
Shiki MasaokaCuanto m谩s posee el hombre, menos se posee a s铆 mismo.
Arturo GrafEl hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su propiedad.
Lin YutangAl comprar una casa piensa en el vecino que adquirir谩s con ella.
Proverbio RusoLevanta hacia m铆 tus ojos, tus ojos lentos, y ci茅rralos poco a poco conmigo dentro.
Gerardo DiegoNo hay gato que no tenga u帽as.
Proverbio Suizo隆La mujer y el ni帽o necesitan m谩s cari帽o, que leche!.
Gloria FuertesEl sue帽o pesa sobre mis hombros y me acerca de nuevo a vos, al huequito de tu brazo, a tu respiraci贸n, a una continuaci贸n infinita de la batalla de s谩banas y almohadas que empezamos y que pone risa y energ铆a a nuestro cansancio.
Gioconda BelliNo es beneficio el que nos obliga a recibir.
S茅neca