Frases de miedo al amor ( 266 )
Frases de miedo al amor. Encuentra docenas de frases de miedo al amor con fotos para copiar y compartir.

Ama la vida y la vida te amará de nuevo. Ama a la gente y les encantará amarte de vuelta.

Cualquier muchacho de escuela puede amar como un loco. Pero odiar, amigo mío, odiar es un arte.

Solo aprendemos a amar, amando.

Escribo todo para saber lo que pienso, lo que estoy viendo, lo que veo y lo que significa. Lo que yo quiero y lo que me temo.

Hoy sentí en mi cuerpo, la necesidad de conocer tus sueños, y recorrer cada elemento, que en tu cuerpo yo contemplo.

Si la sangre de mis venas cayera gota a gota, no me dolería tanto como verte con otr@.

Solo hace lo que le dice su corazón.

No importa el tiempo que pasé sino lo que pasé en ese tiempo...

Si algún día falto de tu lado, piensa que he sufrido un accidente, piensa que he muerto, pero no pienses que he dejado de quererte.
Te guste o no, usted está obligado a llegar a la conclusión de que la muerte está ahí fuera. Pero yo no le temo a la muerte, soy un fatalista. Creo que cuando es su tiempo, eso es todo. Es la mano...

Usted no tiene que temer a la derrota si usted cree que puede revelar los poderes que usted no sabía que poseía.

Cuando tengas ganas de amar, llámame, yo te amaré.

Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión.

La única anormalidad es la incapacidad de amar.

En los campos ajenos, la cosecha siempre es más abundante.

Un buen arrepentimiento es la mejor medicina que tienen las enfermedades del alma.

La indignación moral es, en la mayoría de los casos, un dos por ciento de moral, un cuarenta y ocho por ciento, indignación, y un cincuenta por ciento, envidia.
La resistencia es factible, incluso para aquellos que no son valientes por naturaleza, y es una obligación, creo yo, para los que temen las consecuencias y detestan la realidad del intento de imponer...

Amo la atención, pero no amo demasiado de él.

Los estadounidenses aman a luchar. Todos los verdaderos estadounidenses les encanta el aguijón de la batalla.

Te quiero, y porque Te amo, yo preferiría que me odias por decirte la verdad que me adoran por decirte mentiras.

Podré no verte, podré no hablarte, pero jamás podré olvidarte.
Lo hago todo el mal que pueda antes de aprender a evitar eso? ¿No es suficiente conocer el mal a evitar eso? Si no es así, debemos ser lo suficientemente sincero para admitir que nos encanta el mal ...

Amo el argumento, amo el debate. Yo no espero que nadie acaba de sentarse allí y estoy de acuerdo conmigo en que no es su trabajo.

Nunca he sido una chica material. Mi padre siempre me dijo que nunca a amar todo lo que no te puede amar de nuevo.

El daño que hacemos a un hombre debe ser tal que no tenemos por qué temer su venganza.

La añoranza se asfixió bajo el hábito.

Nos encanta, pero una vez, por una vez, solo estamos perfectamente equipados para amar.

El arte de amar es en gran medida el arte de la persistencia.

Con el tiempo nos gusta lo que a menudo nos tememos.

No me interesa la felicidad. Pero no exigir demasiado hace más fácil llevarse bien con uno mismo, que es mi sustituto de la felicidad.

Si te digo que te quiero te lo digo como amiga, pero si te digo que te amo te estaría mintiendo y más aún me estaría mintiendo a mi.

Lo que más temes no tiene poder. Su temor es lo que tiene el poder. Frente a la verdad verdad os hará libres.

A todos pertenece lo que piensas; tuyo es solo lo que sientes: si quieres hacerlo tuyo, siente a ese Dios en el que piensas.

Ahora he tenido una tarea seria sobre mí y me temo mayor que está en el poder de ningún hombre para realizar en el momento dado-, pero es demasiado tarde para volver atrás.

Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada.

No camines delante de mí, puede que no siga. No camines detrás de mí, puedo no llevar. Solo hay una felicidad en la vida, amar y ser amado.

La prosperidad no es sin muchos miedos y aversiones, la adversidad no sin muchas comodidades y esperanzas.

Lo mejor y lo más bonito de esta vida no puede verse ni tocarse, debe sentirse con el corazón.

Si solo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran ya muerto de hambre.