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Los deseos se tienen, no se piden. Lo que se pide es el objeto del deseo.
La soberbia es la rabia dell impotente.
La confianza sirve en las conversaciones más que el ingenio.
Ser tirano no es ser, sino dejar de ser, y hacer que dejen de ser todos.
Sin jactancias puedo decir que la vida es lo mejor que conozco.
Si tuviésemos suficiente voluntad casi siempre tendríamos medios suficientes.
El deseo de parecer listo impide el llegar a serlo.
Todo está compuesto de sufrimiento.
Como pretendes que otro guarde tu secreto si tú mismo, al confiárselo, no los has sabido guardar.
Hay personas que a pesar de sus méritos nos causan aversión y hay otras que nos agradan a pesar de sus defectos.
El deseo de ser hábil impide a veces serlo.
Si sabiendo sabes que sabías, ignorando, ignoras que ignorabas.
No desearíamos muchas cosas tan ardientemente si entendiéramos bien lo que deseamos.
El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.
Los animales necesitan nuestra ayuda, San Francisco se interesaba por los animales desvalidos y por los pobres.
Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento, como los pájaros a los hombros de San Francisco de Asís.
Francisco I aceptando un compromiso para con el emperador Carlos V: Lo mismo que mi hermano Carlos quiere tener (Milán), también lo quiero yo
Si quieres tener enemigos, supera a tus amigos; si quieres tener amigos, deja que tus amigos te superen.
Todo el mundo se queja de no tener memoria y nadie se queja de no tener criterio.
Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
Aventurarse en lo desconocido, a un camino o proceso no recorrido con una actitud ilusionada y fuerte.
El mejor medio de conservar los amigos es no pedirles ni deberles nada.
La soberbia y el egoísmo, son los padres de la soledad.
Si juzgamos el amor por la mayor parte de sus efectos, se parece más al odio que a la amistad.
Dijo la rana al mosquito desde una tinaja: más quiero morir en el vino que vivir en el agua...
El peor de los males es creer que los males no tienen remedio.
No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada.
No hay tonto más molesto que el ingenioso.
Aunque los hombres se jacten de sus grandes acciones, muchas veces no son el resultado de un gran designio, sino puro efecto del azar.
Si en los hombres no aparece el lado ridículo, es que no lo hemos buscado bien.
Nunca se tiene la libertad de amar o de dejar de amar.
Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.
Las personas afortunadas se corrigen poco: Creen tener siempre razón mientras la fortuna sostiene su mala conducta.
En un beso muy largo y muy profundo nos bebimos las lágrimas del aire, y fueron nuestras vidas como un sueño y los minutos como eternidades...
Prometemos según nuestras esperanzas y cumplimos según nuestros temores.
¡Combatir es vivir!... La luz sublime entre las sombras de la noche crece: ¡espada que en la lucha no se esgrime, colgada en la panoplia se enmohece!.
Cuánto temple en el gesto, cuánto enigma, cuánto fuego rodeándole las manos, los ojos y la boca, cuánta palpitación votiva.
¿Es que ha visto usted algún censor que no sea tonto?
No solo los hombres tienden a perder el recuerdo de los beneficios y de las injurias, sino que incluso odian a sus benefactores y dejan de odiar a quien los ofendió. La perseverancia en recompensar e...
Los celos se alimentan de dudas.