Jean baptiste moliere. Encuentra docenas de jean baptiste moliere con fotos para copiar y compartir.
Si la razón hace al hombre, el sentimiento lo conduce.
La vida es una tragedia para los que sienten, y una comedia para los que piensan.
Mi libertad se termina donde empieza la de los demás.
Ella no creía en nada; solo su esceptisismo le impedía ser atea.
La moda muere joven.
Los países son como las estrellas: pueden resplandecer y brillar siglos enteros después de su extinción.
Todos los medios son buenos cuando son eficaces.
Haré el bien: todavía es la mejor manera de estar solo.
No hay cosa más censurable que un amigo que no sea sincero.
El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero.
Existen verdades que pueden matar a un pueblo.
Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más...
No puedo tomar mi libertad como fin sino tomando igualmente por fin la de los otros.
La imaginación tiene sobre nosotros mucho más imperio que la realidad.
Solo se reconoce el error cuando todo el mundo lo comparte.
Es bueno para los hombres creer en las ideas y morir por ellas.
Los cobardes son los que se esconden bajo las normas.
Un amor, una carrera, una revolución: tantas empresas que comenzamos ignorando su resultado.
La conciencia es la voz de las almas, las pasiones son las voces del cuerpo.
La avaricia lo pierde todo por quererlo todo.
Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.
El hombre que no sabe correr, saltar, nadar... es como un automóvil en el que solo se emplea la primera velocidad.
La violencia se da siempre por una contra-violencia, es decir por una réplica a la violencia del otro.
Se tiene la edad que se quiere tener, y también la edad del dinero que se tiene.
Los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; los valientes, después.
Donde quiera que veáis la moderación sin tristeza, la concordia sin esclavitud, la abundancia sin profusión, decid confiadamente; es un ser venturoso el que aquí manda.
Si lloras de alegría, no seques tus lágrimas: las robas al dolor.
El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados.
Los modales corteses hacen que el hombre aparezca exteriormente tal como debería ser en su interior.
El deporte delega en el cuerpo alguna de las virtudes más fuertes del alma: la energía, la audacia, la paciencia.
Inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer.
Hay que avergonzarse de cometer una falta, no de repararla.
Las cosas solo tienen el valor que les damos.
Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
La fe, incluso la profunda, nunca es completa.
Los espejos deberían pensárselo dos veces antes de devolver una imagen.
Casi nadie repara por sí mismo en el mérito de otro.
A veces, cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.
Se puede ser un buen hombre y hacer malos versos.
En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes.