Poemas de jean de la fontaine
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Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda.

Cosa dulce es un amigo verdadero; bucea en el fondo de nuestro corazón inquiriendo nuestras necesidades. No ahorra el tener que descubrirlas por nosotros mismos.

Todo el mundo tiene sus defectos que continuamente repite: ni miedo ni vergüenza pueden curarlos.

Una persona a menudo se encuentra con su destino en el camino que tomó para evitarlo.

En todas las épocas los pequeños han tenido que expiar por la tontería de los grandes.

La amistad es la sombra de la noche, que aumenta con la puesta de sol de la vida.

Cualquier persona encargada de poder abusará de él si no también animada por el amor de la verdad y de la virtud, no importa si sea un príncipe o una de las personas.

Pregunto a los poseídos de la pasión de acumular, de qué ventajas disfrutan que nosotros no tengamos.

Cuidado, siempre y cuando usted vive, de juzgar los hombres por su apariencia exterior.

Hay que beneficiar como se pueda a todo el mundo: a menudo se puede necesitar a quien es menos que nosotros

Hay que beneficiar tanto como se pueda a todo el mundo: a menudo podemos necesitar de entre nosotros al más inferior.

No hay nada más peligroso que un amigo indiscreto; es a veces preferible un enemigo prudente.

Debemos reír antes de que seamos felices, por miedo de morir antes nos reímos todos.

No se debe decir no sin excusa poderosa; es palabra irrespetuosa que siempre desagrada
LA VENUS CALLIPYGA
Hubo en la Grecia dos siracusanas,
Que teni?an un trasero portentoso;
Y, por saber la cual de las hermanas
Lo teni?a ma?s gentil, duro y carnoso,
Desnudas se ...

La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos.

La amistad del hombre es con frecuencia un apoyo; la de la mujer es siempre un consuelo.

Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad.

La amistad entre dos mujeres comienza o acaba por ser un complot contra una tercera.

Es verdaderamente libre aquel que desea solamente lo que es capaz de realizar y que hace lo que le agrada.

Nadie es como otro. Ni mejor ni peor. Es otro. Y si dos están de acuerdo es por un malentendido.

La vida es una tragedia para los que sienten, y una comedia para los que piensan.

Las personas no están jamás tan cerca de la estupidez como cuando se creen sabias.

Los países son como las estrellas: pueden resplandecer y brillar siglos enteros después de su extinción.

El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero.
Amar al otro es renunciar a poseerlo, incluso muerto; renunciar a que vuelva, descubrir que sigue estando ahí, en un silencio que ya no nos causa pavor, en un desierto que se hace acogedor de lo más...

No puedo tomar mi libertad como fin sino tomando igualmente por fin la de los otros.

Un amor, una carrera, una revolución: tantas empresas que comenzamos ignorando su resultado.

El hombre que no sabe correr, saltar, nadar... es como un automóvil en el que solo se emplea la primera velocidad.

La violencia se da siempre por una contra-violencia, es decir por una réplica a la violencia del otro.

Se tiene la edad que se quiere tener, y también la edad del dinero que se tiene.

Los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; los valientes, después.

Donde quiera que veáis la moderación sin tristeza, la concordia sin esclavitud, la abundancia sin profusión, decid confiadamente; es un ser venturoso el que aquí manda.

Los modales corteses hacen que el hombre aparezca exteriormente tal como debería ser en su interior.

El deporte delega en el cuerpo alguna de las virtudes más fuertes del alma: la energía, la audacia, la paciencia.

Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.

En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes.

Es empresa vana tratar de ridiculizar a un necio rico: las carcajadas están de su parte.

La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable.

Un psiquiatra es un hombre que va al Folies Bergère y mira... a los espectadores.