Colección de paco
El deber ha de cumplirse sencilla y naturalmente.
José MartÃUna guerra nunca resuelve problema alguno. No hace sino plantear otros nuevos.
Winston ChurchillLas promesas son olvidadas por los prÃncipes, nunca por el pueblo.
Giuseppe MazziniLas grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña.
Adolf HitlerAl cuervo no agrada el asno vivo, sino muerto.
RefránSois estériles; ésta es la razón de que no creáis en nada.
Friedrich NietzscheExiste en el corazón humano una generación perpetua de pasiones, de tal manera que la ruina de una coincide casi siempre con el advenimiento de otra.
Francisco de La RochefoucauldHe puesto muchos laberintos y enigmas que mantendrán ocupados durantes siglos a los profesores discutiendo sobre lo que yo querÃa decir. Es la única manera de lograr la inmortalidad.
James JoyceEl talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia.
Doris LessingLa ciudad se está desmoronando, no puede durar mucho más; su tiempo ha pasado. Es demasiado vieja. . .
Le CorbusierEl cambio de moda es el impuesto que la industria del pobre carga sobre la vanidad del rico.
Nicolas ChamfortLa sal no dice de sà misma que es salada.
Proverbio AfricanoLa mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada dÃa más mujer.
Angel GanivetQuien tiene la voluntad tiene la fuerza.
Menandro De AtenasSoledad te pedÃa y soledad me diste, y es ésta la alegrÃa de mi existencia triste.
César BrañasHoy en dÃa el mundo está cabeza abajo y sufre tanto porque hay muy poco amor en los hogares y en la vida familiar.
Madre Teresa De CalcutaYo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
Eduardo GaleanoVoy a ti en silencio como un rayo de luz.
Carlos SahagúnEl hombre y la mujer han nacido para amarse, pero no para vivir juntos. Los amantes célebres de la historia vivieron siempre separados.
Noel ClarasóPueden prohibirme seguir mi camino, pueden intentar forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en el fondo de mi alma, elija a una o a otra.
Henrik Johan Ibsen