Colección de paco
Los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe.
Duke EllingtonAma a tus padres si son justos; si no lo son, sopórtalos.
Publio SiroEl matrimonio es una de las formas de odiarse unos a otros en las personas de todas las clases sociales.
Lord ByronSer esclavo de tu amor, es como tener como prisión el paraiso.
PacoyoIntentad dejar este mundo un poco mejor de como os lo encontrásteis.
Robert Baden-PowellSiempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.
Benjamin FranklinDe todos es errar; solo del necio perseverar en el error.
QuintilianoLos senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
Enrique Jardiel PoncelaTodo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.
Albert CamusSi la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente serÃa una burla cruel.
Mahatma GandhiNingún gobierno puede mantenerse sólido mucho tiempo sin una oposición temible.
Benjamin DisraeliSaber mucho da ocasión de dudar más.
Michel De MontaigneNo basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.
AristótelesTopatumba
Ay mi más mimo mÃo
mi bisvidita te ando
si toda
asÃ
te tato y topo tumbo y te arpo
y libo y libo tu halo
ah la piel cal de luna de tu trascielo mÃo que
me levitabisma
mi tan todita lumbre
cátame tu evapulpo
sé sed de sed
sé liana
anuda más
más nudo de musgo de entre muslo de seda
que me ceden
tu muy corola mÃa
oh su rocÃo
qué limbo
Ãzala tú mi tumba
asÃ
ya en ti mi tea
toda mi llama tuya
destiérrame
aletea
lava ya emana el alma
te hisopo
toda mÃa
ay entremuero
vida
me cremas
te edenizo.
La lealtad tiene un corazón tranquilo.
William ShakespeareBusca algo que no sepas hacer bien, y no lo hagas.
Gordon ShumwayLos médicos pueden enterrar sus equivocaciones, pero un arquitecto solo puede aconsejar a su cliente plantar yerba.
George SandApocalipsis
Ella no es Pomona. Ni, como las Danaides,
una daga dorada oculta entre los senos.
Ella no es CalÃope, aunque sea la voz y la belleza.
Y aunque, como las Náyades, ame fuentes y bosques,
no es Estigia, ni Dafne,
ni es la bella Afrodita
ni el sueño de los héroes.
Pero Ella ha nacido.
Como ananás fragante, se levanta
ungida de romero,
como custodia viva, derramando
cuatro copas dulcÃsimas:
Abrazo de la tierra,
música del aire,
luz violenta del fuego
y el almÃbar del agua.
Ya no habrá nunca noche, porque Ella
se ha manifestado
con sus cuatro trompetas y su gloria.
Y asà es la gran nueva, la alegrÃa:
Porque Ella ha nacido
y esta es la señal, aleluya.
Que su gracia
sea con todos vosotros, aleluya.
De Narcisia, Barcelona 1986
Estoy dispuesto a reconocer la superioridad de la mujer con tal de no admitir su igualdad con los hombres.
Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona.
Baltasar Gracián