Vicio ciceron
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Me avergüenzo de esos filósofos que no quieren desterrar ningún vicio si no está castigado por el juez.

No sé, si, con excepción de la sabidurÃa, los dioses inmortales han otorgado al hombre algo mejor que la amistad.

La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.

Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesÃa, su paciencia y su tolerancia.

Ceder a un vicio cuesta más que mantener una familia.

El principio de todo vicio es la soberbia.

El camino del vicio no solamente se desliza, sino que se precipita hacia abajo.

La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.
La mente inglesa está siempre enfurecida. La inteligencia de la raza se desperdicia en sórdidas y estúpidas batallas entre polÃticos de segunda y teólogos de tercera... Estamos dominados por fanÃ...

Instruida, la virtud calcula tan bien como el vicio.

Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.

La tristeza. Es un vicio, que cuando se tiene jamás se puede dejar…

Mi conciencia tiene para mà más peso que la opinión de todo el mundo.

La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios.

Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.

La evidencia es la más decisiva demostración.

Aun cuando digan la verdad, los mentirosos no son creÃdos.

La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de verdad.

La justicia no espera ningún premio. Se la acepta por ella misma. Y de igual manera son todas las virtudes.

Las leyes se han hecho para el bien de los ciudadanos.

Los deseos del joven muestran las futuras virtudes del hombre.

No hay nada tan increÃble que la oratoria no pueda volverlo aceptable.

La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos.

Cuando mejor es uno, tanto más difÃcilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.

No hay cosa que los humanos traten de conservar tanto, ni que administren tan mal, como su propia vida.

La ley no ha sido establecida por el ingenio de los hombres, ni por el mandamiento de los pueblos, sino que es algo eterno que rige el Universo con la sabidurÃa del imperar y del prohibir.

La falsedad está tan cercana a la verdad que el hombre prudente no debe situarse en terreno resbaladizo.

La ley es, pues, la distinción de las cosas justas e injustas, expresada con arreglo a aquella antiquÃsima y primera naturaleza de las cosas.

Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.

Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.

Humano es errar; pero solo los estúpidos perseveran en el error.

Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.

Mis libros siempre están a mi disposición, nunca están ocupados.

Es preferible ser viejo menos tiempo que serlo antes de la vejez.

Donde quiera que se esté bien, allà está la patria.

Una cosa es saber y otra saber enseñar.

El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.

Para ser libres hay que ser esclavos de la ley.

Si cerca de la biblioteca tenéis un jardÃn ya no os faltará de nada.

La ley suprema es el bien del pueblo.