Miguel angel torres cornejo. Encuentra docenas de miguel angel torres cornejo con fotos para copiar y compartir.
Hay infinidad de cosas que se pueden percibir en la vida, pero solo las realmente importantes llegan al corazón.
El agradecimiento que solo consiste en el deseo, es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras.
Poema Del Renunciamiento
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamás lo ...
El arte de un príncipe consiste en hacer el bien personalmente y el mal por segunda mano.
El nombre propio es el que marca la individualidad; el apellido, las relaciones sociales.
La vida será tuya si sabes que es ajena, que es igual ser montaña que ser grano de arena, pues la calma del justo vence el furor del bravo.
Todo acto de bondad es una demostración de poderío.
Pedimos milagros, como si no fuese el milagro más evidente el que los pidamos.
Solo el que ensaya lo absurdo, es capaz de conquistar lo imposible.
Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.
Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer un hombre enloquecido besará una mujer
Ola Feliz
Suena este mar, tu corazón, bajo la piel.
Bello el reloj, se mueve .
Anda del seno tu lugar.
Potro en la nieve, se hace nuca su belfo.
Come de la bandeja blanca de las sienes.
Muere de del...
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar, soñaré con tus labios desesperadamente, soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.
Quien vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene.
Cuando Pasa Una Joven Como Tú...
Cuando pasa una joven como tú salta el pecho,
se compran las parcelas de este sitio acotado.
No hay un cuerpo en la tarde que te iguale, criatura.
Porque vas ex...
Tu Corazón, Una Naranja Helada...
Tu corazón, una naranja helada
con un dentro sin luz de dulce miera
y una porosa vista de oro: un fuera
venturas prometiendo a la mirada.
Mi corazón, una febril ...
Un amor que pregunta, si es virtud o es pecado, la fuerza que lo agita, eso es el amor soñado.
Son tan buenos amigos mi corazón y el viento.
El ajedrez procura una suerte de inteligencia que sirve únicamente para jugar al ajedrez.
Puede haber amor sin celos, pero no sin temores.
Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas, sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas
El amor compadece, y compadece más cuanto más ama.
Tan fresca la risa fluía, que su agua la fuente sonante por ti detenía.
Ninguna ciencia, en cuanto a ciencia, engaña; el engaño está en quien no sabe.
El cielo de la fama no es muy grande, y cuántos más en él entren a menos tocan cada uno de ellos.
El alma es un manantial que solo se revela en lágrimas.
Grande es siempre el amor maternal, pero torna en sublime cuando se mezcla con la admiración por el hijo amado.
Al que mal vive, el miedo le sigue.
Si sientes que algo te escarabajea dentro, pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr tal y como brote.
¡Viva la independencia!, ¡viva la américa!, ¡muera el mal gobierno!.
El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura.
Mi gato nunca se ríe o se lamenta, siempre está razonando.
Souvenir
Este amor que ha llegado entre la niebla,
igual que en otro invierno, sigiloso,
todo un ayer con su presencia puebla.
No turbarán el don de su reposo
crueles palabras ni celosos daños.
Sol...
Bien saben los amantes que hay caricias que son no una simple caricia sino una posesión
La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.
Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.
El Pozo Seco
Dejé mi copa en el brocal maldito.
Grité hacia abajo, hacia el profundo hueco,
pero el coro sarcástico del eco
me devolvió multiplicado el grito.
Llegaba tarde: el pozo estaba seco.
...
Sin Querer
Sin querer,
sin encontrar una niebla de olvido
que me haga extraviarme en mi presente,
que no recuerdo
porque la luz es excesiva;
sin querer,
sin desaprender esa música
lejana -y consegu...
Otras me amaron más, y, sin embargo, a ninguna la quise como a ella
Si no existieran hijos, yernos, hermanos y cuñados, cuántos disgustos se ahorrarían los jefes de gobierno.