Proverbio traidor ( 4 )
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Si mi barba se quema, los otros vienen a encender su pipa en ella.
Un camino, si no lo andas, nunca llegas; un terreno, si nunca lo cultivs, nunca da frutos; un negocio. Si no lo atiendes, nunca prospera. Un hombre, si nunca se educa, nunca prospera. Un trabajo, si n...
Cualquier cosa que se planta, se cosecha.
No se muere dos veces si no se escapa de la muerte una vez.
¡Qué bella flor el laurel rosa! y ¡qué amargo es el laurel rosa!.
Piensa mucho, habla poco, escribe menos.
Mi alma a dios, mi vida al rey, mi corazón a la dama.
Donde hay voluntad, hay camino.
Un corazón tranquilo es mejor que una bolsa llena de oro.
Quien vive sin disciplina, muere sin honor.
Hasta la raíz más pequeña encuentra su leñador.
Lo que se hace un día, es semilla de felicidad para el día siguiente.
Si un árbol cae, plantas otro.
El que usó mal incienso debe atenerse a quemarse las mangas.
La ignorancia envejece como el búfalo, su grasa crece, más no su sabiduría.
Usted no puede enseñar el camino al gorila viejo.
Valor y querer, facilitan el vencer.
Repara tu trineo en el verano, y tu carreta en el invierno.
Todos los hombres se entenderían bien sin las palabras mio y tuyo.
El mismo martillo que rompe el cristal forja el acero.
Un hombre demasiado ocupado para cuidar de su salud es como un mecánico demasiado ocupado como para cuidar sus herramientas.
Si no quieres que se sepa, no lo hagas.
Espera lo mejor y prepárate para lo peor.
La escalera ha de barrerse empezando por arriba.
Dios habla una lengua extranjera.
El dueño del perro no obedece a su perro.
No creas jamás que tu enemigo es débil.
Si te cansas de un amigo, préstale dinero.
Por bueno que sea un caballo, necesita espuelas.
La casa esta donde el corazón.
Los mejores pilotos están en tierra.
Tengo que aprender a caminar con tres patas dice la hiena cuando es vieja.
Una fábula es un puente que conduce a laa verdad.
Que tu beso tenga el ardor del sol, y la rosa te dará todo su perfume.
El viento de la adversidad no sopla jamás sobre el reino de la sabiduría.
La generosidad consiste en dar antes de que se nos pida.
Se debe desconfiar de un mal libro como de una seroiente, que temprano o tarde da muerte a los que se distraen en ella.
Guárdame de aquel en quien tengo puesta mi confianza, que de quien desconfío, me guardaré solo.
Del mirar nace el amar y del no ver el olvidar.
El paso de la vida, no es atravesar una llanura.
