Colección de jose
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
Edward YoungTempestades de deseos contra los muros del alba rompen sus olas. Me ciegan los tumultos que levantan.
Manuel AltolaguirreLas ideas justas, por sobre todo obstáculo y valla, llegan a logro.
José MartÃA burlas, burlas agudas.
RefránSer necio de nacimiento es una enfermedad incurable.
Antoine de Saint-ExupéryEntre más amistad, más claridad.
RefránUn jardinero que cultiva su propio jardÃn, con sus propias manos, une en su persona los tres personajes, de propietario, agricultor y obrero. Su producción, por lo tanto, debe rendirle la renta del primero, la ganancia del segundo y el salario del tercero.
Adam SmithEl público es más inteligente de lo que él mismo cree, pero no hay que decÃrselo, porque si no se vuelve aún más impertinente de lo que es de por sÃ.
Arthur SchnitzlerEl arte de persuadir consiste tanto en el de agradar como en el de convencer; ya que los hombres se gobiernan más por el capricho que por la razón.
Blaise PascalPerdonar supone siempre un poco de olvido, un poco de desprecio y un mucho de comodidad.
Jacinto BenaventeEntre amigos honrados, cumplimentos dispensados.
RefránEra un hombre hecho a sà mismo que no le debÃa a nadie su falta de éxito.
Joseph HellerDar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad.
Erich FrommLa envidia, los celos, la ambición, todo tipo de avidez, son pasiones: el amor es una acción, la práctica de un poder humano, que solo puede realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión.
Erich FrommLos buenos modales se consiguen a base de pequeños sacrificios.
Ralph Waldo EmersonUn ángel para prestar y un diablo para cobrar.
Proverbio JaponésPara que tu tristeza muda no oyese mis palabras, te hablé bajito.
Antonio PorchiaNunca, como al morir un ser querido, necesitamos creer que hay un cielo.
Jacinto BenaventeSi quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez.
Oscar WildeEsas acciones grandiosas y espléndidas que deslumbran, según los polÃticos son efecto de grandes designios, pero por lo común tan solo son efecto del talante y de las pasiones. AsÃ, la guerra de augusto con antonio, que se atribuye a la ambición de ambos por llegar a ser dueños del mundo, tal vez no fue más que una consecuencia de la envidia.
Francisco de La Rochefoucauld