Colecci髇 de pepe
A veces insistimos en ver la paja en el ojo ajeno y no vemos las monta帽as, los campos y los olivares.
Paulo CoelhoComo se sabe, los negocios pueden dar dinero, pero la amistad raramente lo hace.
Jane Austen驴Hacia d贸nde vamos? Vamos hacia el sue帽o... 驴De d贸nde venimos? Venimos del sue帽o... Como las olas, como los vientos...
Vicente GaosNunca somos tan felices ni tan infelices como pensamos.
Francisco de La RochefoucauldNing煤n lugar en la vida es m谩s triste que una cama vac铆a.
Gabriel Garc铆a M谩rquezSea lo que sea que puedas o sue帽es que puedas, comienzalo. Atrevimiento posee genio, poder y magia. Comienzalo ahora.
Johann Wolfgang Von GoetheYo, amor, he aprendido a coser con tu nombre, voy juntando mis d铆as, mis minutos, mis horas con tu hilo de letras.
Gioconda BelliLa necesidad de ser correcto, la muestra de una mente vulgar.
Albert CamusLa burocracia es una m谩quina gigantesca manejada por pigmeos.
Honor茅 de BalzacLa democracia es el peor sistema de gobierno dise帽ado por el hombre. Con excepci贸n de todos los dem谩s.
Winston ChurchillDonde hay satisfacci贸n no hay revoluciones.
ConfucioLos peores enemigos son los que aprueban siempre todo.
T谩citoLos dem贸cratas han aprendido de las moscas: cuanto mayor sea el tama帽o de la mierda tanto m谩s grande es el consenso.
Roger WolfeCuando las estrellas bajan, 隆qu茅 triste es bajar los ojos para verlas!.
Antonio PorchiaEl hombre que no se contenta con poco, no se contenta con nada.
EpicuroLa poes铆a es mi principal fuente de conocimiento. Me ense帽a el mundo, y en ella aprendo a conocerme a m铆 mismo. Ella nos hace un谩nimes, comunicativos.
Manuel AltolaguirreLa forma m谩s r谩pida de doblar tu dinero es plegar los billetes y met茅rtelos de nuevo en el bolsillo.
Will RogersEn un cuarto oscuro de fotos dejo una postal de flores de ciruelo.
Niji FuyunoNuestra intuici贸n de Dios es una prueba insuficiente de su existencia. Hay otra m谩s s贸lida: nuestra capacidad de dudar de 茅l.
Arthur SchnitzlerLos medios de comunicaci贸n han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar lo que 芦halaga los o铆dos禄.
Juan Pablo II