Dirigir hombres empujar tagore. Encuentra docenas de dirigir hombres empujar tagore con fotos para copiar y compartir.
No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que dios todavía no ha perdido la esperanza en los hombres.
Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
Legisladores, haced vuestras mancillas menos frecuentes si queréis disminuir la masa de crímenes; una nación que supo hacer un dios del Honor puede derribar sus cadalsos cuando le queda para dirigi...
La patria no es la tierra. Los hombres que la tierra nutre son la patria.
La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.
La educación consiste en enseñar a los hombres no lo que deben pensar sino a pensar.
Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.
¿Puede Fernando dar Constitución a sus pueblos desde el cautiverio en que gime? No. ¿Pretende acaso el rey, que continuemos en nuestra antigua Constitución? Le diríamos que no conocemos ninguna y...
Qué fácil es empujar a la gente, pero qué difícil es guiarla.
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
El hombre que ha de mendigar amor es el más miserable de todos los mendigos.
Cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta; mas cuando el hombre canta, Dios lo ama.
Lo único que hace falta para que los hombres descubran el amor es tener demasiado cerca a una mujer; y lo único que hace falta para que este amor se disipe es seguir teniéndola demasiado cerca.
Debemos obrar como hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción.
Aquel que se confía a dios deja de temer a los hombres.
Las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes.
Las personas más insoportables son los hombres que se creen geniales y las mujeres que se creen irresistibles.
En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.
El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es de no hablar nunca de ellos.
Los defectos y faltas de los hombres dan a conocer su verdadera valía. Si examinamos con atención las faltas de un hombre, llegaremos a conocer si su bondad es sincera o fingida.
La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de muchas mujeres en la costumbre.
Solo hay dos palancas que muevan a los hombres: el miedo y el interés.
Los hombres casados son horriblemente aburridos cuando son buenos maridos, e insoportablemente presumidos cuando no lo son.
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
Si los hombres se limitaran a hablar solamente de lo que entienden, apenas hablarían.
La libertad significa responsabilidad. Es por eso que la mayoría de los hombres la ignoran.
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.
La vida es la constante sorpresa de saber que existo.
Los vencedores no son aquéllos que están siempre aferrados a sus bienes; ni los que se pasan la vida rezando con las cuentas secas del deber; son aquéllos que aman porque viven, y vencen de veras p...
Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría.
Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande.
¡he perdido mi gotita de rocío!, dijo la flor al cielo del amanecer, que había perdido todas sus estrellas.
Ambiciona honor, no honores.
Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian.
Cuando empecé a tratar con los hombres, escuchaba sus palabras y confiaba en que sus acciones se ajustarían a las mismas. Ahora, al tratar con los hombres, escucho sus palabras y al propio tiempo ob...
No extrañéis, dulces amigos,que esté mi frente arrugada: yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas.
Hay hombres que parecen tener solo una idea y es una lástima que sea equivocada.