Frases cortas-para-el-dia-de-la-madre ( 29 )
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Quiero volver a los orígenes del cine: a la improvisación; eliminar esa Gestapo que es el guión, para que de cada plano crezca un pedazo de universo.
Nunca subestimes el poder de las palabras para aliviar y reconciliar las relaciones.
Para ser feliz hay que estar enamorado.
Para hacer mal cualquiera es poderoso.
En todos los caminos, siempre hay un desvío para ir a la felicidad.
Quien reconoce que odia a su madre está en los umbrales de la salud mental.
Pensad que hasta para ser dichoso hay que acostumbrase.
De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga.
Para creer firmemente hay que empezar a dudar.
Viví tu vida de tal manera que al mirar atrás no sientas que siempre te conformaste porque pensabas que habría tiempo para cambiar.
No hay en el mundo fortuna mayor creo que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre si todo lo que hay en ella.
No tienes que ser grande para comenzar, comienza por ser grande.
Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. En realidad, la vida es una calle de sentido único.
No hables al menos que puedas mejorar el silencio.
No digas que eres mi amigo cuando no lo eres. Los Actos destruyen las palabras, y a su vez, las Palabras destruyen a los Actos.
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo.
Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.
Escucha a tu voz interior y sigue adelante, aún cuando las personas te digan que no puedes hacerlo.
Con amor y aguardiente, nada se siente.
Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos.
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos.
El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.
Siente, no seas una máquina de pensar.
Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última de tu vida.
Triste cosa es el sueño que llanto nos arranca, mas tengo en mi tristeza una alegría... ¡Sé que aún me quedan lágrimas!.
¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!.
El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio.
El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño.
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
Si puedes soñarlo, puedes lograrlo.
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que dios todavía no ha perdido la esperanza en los hombres.
El idiota grita, el inteligente opina y el sabio calla.
El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor.
Porque aprecio la vida en su justa medida, al amor lo reinvento y al vivir cada instante, y al gozar cada intento, se que alcanzo lo grande con las alas del alma, desplegadas al viento.
Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.
Un banquero es alguien que os presta un paraguas cuando el sol brilla y os lo reclama al caer la primera gota de agua.
Empieza cada día con una sonrisa y mantenla todo el dia.
Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.
Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber.
El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.
