Frases ingratitud de los hijos
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El amor de tus hijos y hacia tus hijos, es eso que te hace despertar cada día,te da aliento esperanzas y fuerzas para afrontar todos los obstaculos y retos que se te presenten en la vida. Y al final ...
Hay que llegar a saber que los hijos, vivos o muertos, felices o desdichados, activos o pasivos, tienen lo que el padre no tiene. Son más que el padre y más que ellos mismos. Nuestros hijos son los ...
No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos.
Antes de casarme tenía seis teorías sobre el modo de educar a los niños. Ahora tengo seis hijos y ningún teoría.
Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.
Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: Uno, raices; el otro, alas.
Si usted quiere que sus hijos tengan los pies sobre la tierra, colóqueles alguna responsabilidad sobre los hombros.
Dijo el escarabajo a sus hijos: venid aca mis flores.
Cuanto más pobre, más hijos.
Pocas cosas resultan más satisfactorias que ver a nuestros hijos criar hijos adolescentes.
Pero ante todo piensa en esta patria, en estos hijos que serán un día nuestros: el niño labrador, el niño estudiante, los niños ciegos.
Hijos chicos, chicos dolores; hijos mayores, grandes dolores.
La ingratitud es hija de la soberbia.
Vuestros hijos no son vuestros hijos: son los hijos y las hijas de las ansias de vida que siente la misma vida.
Cuando los padres han construido todo, a los hijos solo les queda el derrumbarlo.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos a fin de que puedan regar con ellas vuestra tumba.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
El autor que habla de sus propios libros es peor que la madre que solo habla de sus hijos.
La injusticia es una madre jamás estéril: siempre produce hijos dignos de ella.
Los hijos son tormento, y no otra cosa.
La tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos.
La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.
Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros.
Si una madre publicara los silencios que ha guardado, se volverían santos los hijos al escucharlos.
Los padres deberían darse cuenta de cuanto aburren a sus hijos.
Saluda a la ingratitud como una experiencia que enriquecerá tu alma.
Vive de tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad, piensen en ti.
Los hijos, cuando son pequeños, entontecen a sus padres; cuando son mayores, los enloquecen.
Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda.
Los que no tienen hijos ignoran muchos placeres, pero también se evitan muchos dolores.
Las mujeres no son otra cosa que máquinas de producir hijos.
Los edificios, también, son hijos de la tierra y el sol.
No le evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas.
Celos son hijos del amor, mas son bastardos, te confieso.
Me glorío de no haber engañado jamás a ningún hombre y de haber procedido constantemente por el sendero de la razón y de la justicia, a pesar de haber conocido la ingratitud.
En un contexto religioso, igualdad significó que todos somos hijos de Dios, que todos compartimos la misma sustancia humano-divina, que todos somos uno.
Nuestro ideal no llega a las estrellas, es sereno, sencillo; quisiéramos hacer miel como abejas, o tener dulce voz o fuerte grito, o fácil caminar sobre las hierbas o senos donde mamen nuestros hijo...
Libros, los hijos del cerebro.
Los hijos son la riqueza del pobre.
Podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran los padres.
