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Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria.
Extático ante ti me atrevo a hablarte: ardiente como tú mi fantasía, arrebatada en ansia de admirarte intrépidas a ti sus alas guía.
No es que los hombres hacen los pueblos, sino que los pueblos, con su hora de génesis, suelen ponerse, vibrantes y triunfantes en un hombre.
En nuestra felicidad vivimos. En nuestro dolor observamos la vida.
La conciencia de un jurado nunca queda tranquila.
Hay que andarse con tiento en eso de cantar victorias diplomáticas sobre otra nación, porque el cacareo puede deshacer lo que ha logrado hacer la diplomacia.
En américa, la libertad es una vigorosa brotación.
Un amor que pregunta, si es virtud o es pecado, la fuerza que lo agita, eso es el amor soñado.
El que quiera contemplar un torrente lo primero que debe hacer es no ser arrastrado por él.
No estás tan sola sin mí. Mi soledad te acompaña. Yo desterrado, tú ausente. ¿Quién de los dos tiene patria?.
Son tan buenos amigos mi corazón y el viento.
Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él.
Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizando su felicidad y holgando su industria.
Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida.
. . . Por ley de historia, un perdón puede ser un error, pero una venganza es siempre una infelicidad. La conciliación es la ventura de los pueblos.
Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas, sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas
Si la verdad falta a su voz, la palabra, como un vano cohete, caerá apagada a tierra, en el silencio de la noche.
Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.
Tan fresca la risa fluía, que su agua la fuente sonante por ti detenía.
El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre.
Amor no es más que el modo de crecer.
La sensibilidad es una riqueza cuyo dueño siempre desea compartir.
Un niño huérfano es un niño sin niñez.
Déjame que sea tu noche, que enturbie tu transparencia. ¡Déjame ver tu hermosura!.
Toda mirada era un festejo de sol, de estar de abismo iluminado.
El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza.
La dignidad es tan noble que compensa las pérdidas que causa.
Tu silencio junto al mío es un idioma.
La sensualidad sin amor es pecado; el amor sin sensualidad es peor que pecado.
En este triste país, si a un zapatero se le antoja hacer una botella y le sale mal, después ya no le dejan hacer zapatos.
El silencio eres tú: cuerpo de piedra.
La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio.
Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así.
Toda muerte es principio de una vida.
La vida es nada si la libertad se pierde.
La amistad es tan hermosa como el amor; es el amor mismo, desprovisto de las encantadoras volubilidades de la mujer.
Se afirma el pueblo que honra a sus héroes.
La poesía se escribe cuando ella quiere.
Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél.
Desde entonces los caminos que conducen a tu alma no quieres que estén desiertos. ¡Cuántas flechas, peces, pájaros, cuántas caricias y besos!.