Gobernar
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Solo se puede gobernar un pueblo ofreciéndole un porvenir. Un jefe es un vendedor de esperanzas.

Aprender a reinar es fácil, a gobernar, difícil.

Gobernar no es más que prever.

Gobernar es el arte de crear problemas con cuya solución mantener a la población en vilo.

¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?.

Gobernar siempre quiere decir hacer descontentos.

Todas las artes han producido obras maestras. El arte de gobernar solo ha producido monstruos.

Quizás el arte de gobernar sea precisamente eso: el arte de saber valorar al pueblo y esforzarse por alentar y cumplir sus sueños.

No nos preguntamos qué derecho a gobernar tenemos: gobernamos. No nos preocupa saber si el pueblo tiene algún derecho al derrocarnos: procuramos tan solo que no se sienta tentado a hacerlo.

Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.

Resulta totalmente imposible gobernar un pueblo si éste ha perdido la confianza en sus gobernantes.
Quien se controla a sí mismo y por el bien, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás h...
Decía también que era grande fealdad que uno que no sabe se ponga a ejercitar alguna arte ni oficio mecánico sin vergüenza, ni aun una canasta se da a hacer a quien no la sabe hacer, ni que sean a...

Es más fácil hacer leyes que gobernar.

A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo.

Toda autoridad no constituida con arreglo a la ley es ilegítima, y por tanto, no tiene derecho alguno a gobernar ni se está en la obligacidn de obedecerla.

El que puede gobernar a una mujer puede gobernar a una nación.
Mientras que en cualquier otra ciencia se sigue investigando permanentemente, la de cómo gobernar un Estado se ha estancado. Hoy se entiende y se practica solo un poco mejor que hace 4.000 años.

Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.

Gobernar es pactar; pactar no es ceder.

Gobernar es rectificar.

Al gobernar aprendí a pasar de la ética de los principios a la ética de las responsabilidades.
Y al lado del instinto de supervivencia, al lado de la fuerza hipnótica de las grandes ideas, trabaja también una tercera fuerza: el terror ante la violencia ilimitada de un Estado poderoso que util...

A la rapiña, el asesinato y el robo los llaman por mal nombre gobernar y dónde crean un desierto, lo llaman paz
El hombre es el inventor de la crueldad. Sé que tengo que gobernar la bestia que llevo dentro; algo así hacemos con la razón; pero la crueldad es fruto de la razón. La misma razón que crea

Aprenderas a gobernar, después de aprender a ser gobernado.
El hombre crea frases, la sabiduría sirve para los que se dejan guiar por ella, la inmortalidad para dominar a los morales, la injusticia para dominar a los que practican la justicia, el rey domina l...

La educación hace a un pueblo fácil de llevar, pero es difícil de manejar, fácil de gobernar pero imposible de esclavizar.

Solo la experiencia cuenta, en cada terreno. Por eso creo que deben gobernar los que trabajan.

He de gobernar de acuerdo con el bien general, no de acuerdo con la voluntad general, que muchas veces no ve bien todos los problemas.

El modo de gobernar bien es el emplear los hombres honrados, aunque sean enemigos

Es imposible gobernar rectamente al mundo sin Dios y sin la Biblia.

Para poder gobernar es menester no aferrarse siempre a la propia voluntad, no hacerles hacer siempre a los demás lo que uno quiere, sino permitir que cada uno pueda hacer también una parte de lo que...

Gobernar a hierro y sangre.
La gente común tiene una naturaleza constante: hila y se viste, ara y se alimenta... en lo que cabría llamar su "libertad natural". En su libertad natural, esta gente nació y murió a su suerte, si...

No se puede gobernar, no se puede administrar, con un ignorante.

Quinto Curcio ha señalado con acierto, no hay medio más eficaz para gobernar a la masa que la superstición.

Para gobernar hay que saber aprovecharse de los vicios de los hombres, no de sus virtudes

Todos los candidatos a gobernar deberían someterse a un 'test' de veneno en la lengua.
Después de todo, hace una semana, Yasser Arafat estuvo asediado en su palacio de Ramala, un palacio lleno claramente de pacifistas alemanes y de todo ese tipo de gente. Ahora, se han ido. Ahora, Araf...