Madre coraje y sus hijos. Encuentra docenas de madre coraje y sus hijos con fotos para copiar y compartir.
Antes de casarme tenía seis teorías sobre el modo de educar a los niños. Ahora tengo seis hijos y ningún teoría.
El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofe...
Misal de La Virgen
-Usted nunca tuvo hijos.
-No. Aunque, un día, cuando era chica, surgieron de mí, de mi pelvis, tres
lagartos. En cartílago grueso y anillado. Tres.
-Eh.
-Sí. Iban por la hierba...
No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor.
El amor es un fruto que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las manos.
Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana.
La revolución del amor comienza con una sonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz.
Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios.
El dinero solo puede comprar cosas materiales, como alimentos, ropas y vivienda. Pero se necesita algo más. Hay males que no se pueden curar con dinero, sino solo con amor.
El sufrimiento de unos puede ser provocado por la ambición de otros.
El que no sirve para servir, no sirve para vivir.
EL AMOR VERDADERO
MUCHAS VECES ESCUCHE POR MI CAMINO DECIR,
QUE EL AMOR ES EL SENTIMIENTO SUBLIME Y MAS
HERMOSO DEL UNIVERSO Y DE NUESTRAS VIDAS,
FUE ENTONCES CUANDO COMPRENDÍ, EL POR QUE
ERA ...
Las personas más espirituales, suponiendo que tengan el máximo coraje, son también las que viven las tragedias más dolorosas: pero esas personas honran la vida justo porque ésta les opone su má...
La superstición es a la religión lo que la astrología es a la astronomía, la hija loca de una madre cuerda.
No existe un corazón, como el corazón de la Madre.
Una madre tiene algo de Dios y mucho de ángel.
Solamente dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: Uno, raices; el otro, alas.
Si usted quiere que sus hijos tengan los pies sobre la tierra, colóqueles alguna responsabilidad sobre los hombros.
Dijo el escarabajo a sus hijos: venid aca mis flores.
Cuanto más pobre, más hijos.
No hay madre como la de uno mismo.
Creo que, si en el nacimiento de un niño una madre pudiera pedirle al hada madrina dotarlo con el mejor regalo, éste sería la curiosidad.
Madre no hay más que una.
No soy hermosa. Mi madre una vez me llamó patito feo. Pero, separando las cosas, tengo algunas buenas características.
Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: ¡Madre!.
La madre y la hija, por dar y tomar son amigas.
Pocas cosas resultan más satisfactorias que ver a nuestros hijos criar hijos adolescentes.
Pero ante todo piensa en esta patria, en estos hijos que serán un día nuestros: el niño labrador, el niño estudiante, los niños ciegos.
La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio.
Hijos chicos, chicos dolores; hijos mayores, grandes dolores.
Quien discute sobre si se puede matar a la propia madre no merece argumentos sino azotes.
La unión simbiótica tiene su patrón biológico en la relación entre la madre embarazada y el feto. Son dos y, sin embargo, uno solo. Viven juntos (sym-biosis), se necesitan mutuamente.
La madre y el delantal, tapan mucho mal.
Vuestros hijos no son vuestros hijos: son los hijos y las hijas de las ansias de vida que siente la misma vida.
Cuando los padres han construido todo, a los hijos solo les queda el derrumbarlo.
Economizad las lágrimas de vuestros hijos a fin de que puedan regar con ellas vuestra tumba.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
La sabiduría de este mundo es la madre y raíz de todos los males.
El coraje no se puede simular: es una virtud que escapa a la hipocresía.
Los hijos son tormento, y no otra cosa.