Proverbio árabe no digas ( 5 )
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El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses.
Ser lento en dar es como negar.
Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida, en media pena.
Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana.
Para aprender a rezar no hay como viajar por mar.
Todos los ríos van al mar, pero el mar no se desborda.
Una vez terminado el juego el rey y el peón vuelven a la misma caja.
A quien teme preguntar, le avergüenza aprender.
Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve.
Cuando tres marchan juntos, tiene que haber uno que mande.
El hombre no puede saltar fuera de su sombra.
Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción.
Trata a los pequeños como tú quisieras ser tratado por los grandes.
El que se pone de puntillas no puede sostenerse derecho.
Pídeles consejos a los viejos y a los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común.
El que teme sufrir ya sufre el temor.
Si tu mal tiene remedio ¿por qué te quejas?. Si no lo tiene ¿por qué te quejas?.
Es cierto que no te quiero tanto como cuando éramos novios, pero es que a mi nunca me han gustado las mujeres casadas
La naturaleza nos da las dotes sin pedir nada a cambio, pero nos las quita sin pedir permiso.
Si le ves los dientes al león, no vayas a creer que te esta sonriendo.
Estaba furioso de no tener zapatos; entonces encontré a un hombre que no tenía píes, y me sentí contento de mi mismo.
Es preferible parecer imbecil y permanecer callado, que hablar y confirmarlo
Si tu problema tiene solución, ¿por qué te afliges?
Al amor, como a una cerámica, cuando se rompe, aunque se reconstruya, se le conocen las cicatrices.
No hay nada más hermoso que un padre llegue a convertirse en amigo de sus hijos, cuando estos lleguen a perderle el temor pero no el respeto.
Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran.
El amor y la tos no pueden ocultarse.
Saber callar es una prueba de sabiduría que buscan pocos hombres.
La amistad termina donde la desconfianza empieza.
Cuando dos hermanos trabajan juntos las montañas se convierten en oro.
Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.
El amor es una flor de primavera entre dos personas que se desarrolla en verano y no se marchita en invierno.
Si no conviene, no lo hagas; si no es verdad, no lo digas. Sé dueño de tus inclinaciones.
Habla en voz baja, habla despacio y no digas demasiado.
Para evitar las críticas, no hagas nada, no digas nada, no seas nada.
Como dice el proverbio: "El pez no vive en el agua clara". Son las algas las que le permiten desarrollarse plenamente hasta su madurez.
El proverbio persa dijo: no hieras a una mujer ni con el pétalo de una rosa; más yo te digo: no la hieras ni con el pensamiento.
Una sola chispa puede incendiar la pradera. (Proverbio chino).
No atribuyas a ningún alma lo que no quisieras que se te atribuyese a ti, ni digas aquello que no haces.
Te quiero como eres. Pero no me digas cómo eres...
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