Si nada nos salva de la muerte. Encuentra docenas de si nada nos salva de la muerte con fotos para copiar y compartir.
Vi la muerte y no me gustó. ¿Qué sentiré si me muero?
- No sentirás nada. Ese es el problema precisamente. Nunca sentirás nada. La muerte es de una simplicidad terrible -sonrió la serpiente.
La muerte de Garang por desgracia ha desatado emociones de ira, unos genuinos y otros cultivados por los elementos que querían enfrentar a un grupo de sudaneses contra otro.
A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.
La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.
La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Amor significa unión, y nada ya nos une, ni labios ni vida.
Reirse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada, lo es de estúpidos.
La obra creativa es una suerte de lucha para mantener la existencia, o bien perpetuarse; es negar el sentido de la muerte. A veces pienso que está bien que la muerte sea una de las leyes de la natura...
No Puedo
No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas:
he de salir al camino
donde el mundo gira y clama,
he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.
He de salir a mirar
cómo crece y s...
Galope Súbito
A veces cruza mi pecho dormido
una alada magnolia gimiendo,
con su aroma lascivo, una campana
tocando a fuego, a besos,
una soga llanera
que enlaza una cintura,
una roja invasi...
Canción de La Hora Feliz
Yo tuve ya un dolor tan íntimo y tan fiero,
de tan cruel dominio y trágica opresión,
que a tientas, en las ráfagas de su huracán postrero,
fui hasta la Muerte... Un alb...
Morir
¡Ay tú, siempre lejana!
(Tu cuerpo poseído
me parece aún intacto.)
¡Ay, tu sonrisa esquiva!
¡Ay, tus palabras vagas!
Todo tan sin sentido
(adorable, imposible!)
que no eres tú, ...
Acaso no haya nada tan considerable en la historia de los cristianos como Rancé rezando a la luz de las estrellas, apoyado en los acueductos de los césares, a la puerta de las catacumbas: el agua se...
He Dispuesto En Mi Rostro Surcos Inconfundibles.
Me he puesto el delantal de luto
y me he dejado ir al borde de la acera.
(Hay un banco vacío en el que me he sentado
para morir un poco y de una mue...
Amanecer
Imagínate tú...
Imagínatelo tú por un momento.
R. A.
La estrella aún flotaba en las aguas.
Río abajo, a la noche del mar, la llevó la corriente.
Y de pronto la mágica músic...
Isla Ignorada
Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
-en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de NADA,
sola sólo-.
Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas ...
Muchacha
Esa boca después, esa burbuja
de una sangre que hoy hierve alborotada...
Esos ojos después, esa mirada
que ha incendiado al clavel, y lo dibuja...
Y el corazón después, que hoy late y p...
La Partida
Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro
tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Da...
Iii - La Muerte
Tú, noche, que eres la última entre las últimas
flores de la tiniebla, cuyo tallo se empapa aún
de las tintas negras del crepúsculo, préstame
tu canto abrio de silencio...
Nuno ...
Duermes...
Duermes. Mi mano toca sueño. Duermes.
Gozo de tu inocencia confiada,
de tu implícita forma en esa noche
que hace tan suya con amor la mano.
Te siento dormir sin verte,
serenísima, sagr...
El Jugador de Dátiles
El pentotal paqué
Oliverio Girondo
Me dan los dados, dicen: ¿tiras o la muerte?
con ellos juegas con su juego vives
donde nace la fórmula te haces
donde se rompe acabas.
Y ...
Unidad En Ella
Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.
Tu forma extern...
Asombro
Me asombran las hormigas que al ir vienen
tan seguras de sí que me dan miedo
porque están donde van sin más preguntas
y aunque asomos de vida son perfectas
si minúsculas máquinas que sab...
Un Cabello de Ángel
Un cabello de ángel
colgando del cielo,
si no es la espada de Damocles,
es soga para el espíritu,
gemido equilibrista,
que, en él agarrado,
puede mecerse sobre la tierra
y cre...
Ya No Seré Feliz
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan...
EL AMOR DE UNA
MADRE
Una ves por casualidad se empeso a
insendiar un boske y al ver eso una gallina no corrio para nada horas después pas...
Ya No Seré Feliz
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas ...
No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo.
Contra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombr...
La muerte es un momento, la vida muchos.
Vivir no es otra cosa que una resistencia inútil. El hombre sabio sabe que va a morir, pero vive y se resiste a la muerte tanto como puede..
La muerte nos iguala a todos. Es la misma para un hombre rico que para un animal salvaje.
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?.
Después de todo la muerte es solo un síntoma de que hubo vida.
La muerte no es más que un sueño y un olvido.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
Si no te ha sorprendido nada extraño durante el día, es que no ha habido día.
Vive de tal modo, que nada de lo que hagas deba merecer el reproche o la condena de quienes te rodean.