Frases de nadie es indispensable. Encuentra docenas de frases de nadie es indispensable con fotos para copiar y compartir.
Nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean.
Me puse a consolarla, a buscar razones que explicaran la ausencia de él, a ofrecer argumentos y pruebas. Nadie era tan fácil de engañar como ella entonces, porque en momentos así todos escuchamos ...
La muerte a nadie perdona.
Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida.
Nadie puede ser sensato con el estómago vacío.
A menudo se hace ostentación de las pasiones, aunque sean las más criminales; pero la envidia es una pasión cobarde y vergonzosa, que nadie se atreve nunca a admitir.
Claro que vivimos en un mundo en el que nadie es quien dice ser.
No voy a hacer el camino universitario porque el estudio universitario es la muerte del arte. Los museos y los estudios universitarios son la muerte del arte. Entonces me voy a ir a hacer el arte, que...
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.
Casi nadie repara por sí mismo en el mérito de otro.
Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.
Cuando el delito se multiplica, nadie quiere verlo.
Hay tantas leyes que nadie está seguro de no ser colgado.
Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente.
La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.
A solas soy alguien. En la calle nadie.
Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.
Nadie puede sospechar cuántas idioteces políticas se han evitado gracias a la falta de dinero.
A nadie se le dio veneno en risa.
Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
No desprecies a nadie; un átomo hace sombra.
Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.
Nadie se hizo perverso súbitamente.
En lo concerniente a las grandes sumas, lo más recomendable es no confiar en nadie.
Servid cien veces, negaos una, y nadie se acordará más que de vuestra negativa.
Hasta de los malvados, nadie habla mal en su funeral.
El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar.
Al que juró hasta que ya nadie confió en él; mintió tanto que ya nadie le cree; y pide prestado sin que nadie le dé; le conviene irse a donde nadie lo conozca.
El Fruto Redondo
Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie...
Pero mis versos nacen re...
Nadie llega al paraíso con los ojos secos.
Para que un amor pasado no te lastime de por vida, conservalo como un recuerdo hermoso, mas nunca como una posibilidad, porque si lo haces nunca podras ser feliz. Nunca te aferres a nadie vive, difrut...
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Juan 15,13
Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Recuerda que no tienes la responsabilidad de hacer feliz a los demás. Los demás se hacen felices a si mismos.Tu eres el responsable de tus propias emociones y las demás personas de las suyas. Nadie...
Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.
Nadie se da cuenta de que hay alguna gente que gasta excesiva energía simplemente para parecer normal.
Investigar es ver lo que todo el mundo ha visto, y pensar lo que nadie más ha pensado.
Porque aunque nadie sabe lo que a nadie le digo, la noche entera es corta para soñar contigo y todo el día es poco para pensar en ti
Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.
Dios: una enfermedad de la que imaginamos estar curados porque nadie se muere de ella hoy en día.