Frases para un hombre que no valora a una mujer ( 7 )
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Si Fusako y las niñas hubiesen sido abandonadas, no les habría quedado otra salida que el suicidio. Pero los hombres, aunque se encuentren en una situación muy difícil, siempre tendrán una mujer ...
Las mujeres sólo quieren una cosa, que los hombres quieran acostarse con ellas. Pero si te acuestas con una mujer, ella te puede dejar jodido. Y si no quieres, ella te jode igual por no haber querido...

Las mujeres que hablan de género están levantando un muro entre la desvalida condición del macho vapuleado y el hombre común.
Sonea era más cínica. Había observado que las mujeres solían pasar por alto cuando estaban enamoradas porque, en algún momento, el amor tendía a desvanecerse. Era mejor casarse con un hombre que...
Las discriminaciones se dan hasta muchas veces hacia las mujeres que tal vez ocupamos lugares en los sistemas de poder y también hay un comportamiento diferente hacia esa mujer que forma parte de un ...

La historia de un hombre está escrita por las mujeres a las que amó.

Y supo de mujeres capaces de desmontar con minuciosidad de relojero los resortes que mueven a un hombre.
La libertad hermosa y pura de una mujer era infinitamente más maravillosa que cualquier amor sexual. La única desgracia era que los hombres estuvieran tan retrasados en este asunto con respecto a la...

Los hombres no saben tratar a las mujeres. Son egoístas; cuando saben que son amados, nos olvidan; no se dan cuenta de que la mujer necesita más caricias del alma que del cuerpo.

No podemos exigir que un hombre alocado sea siempre precavido y prudente. A menudo es nuestra propia vanidad lo que nos engaña. La imaginación de las mujeres hace que concibamos demasiadas ilusiones...

La amistad del hombre es con frecuencia un apoyo; la de la mujer es siempre un consuelo.

Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana.

A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.

¡MUJER! Eres novia, eres esposa, eres... Amante, eres madre... ¡MUJER!... Eres una rosa roja para la vida!
Y... un clavel para el amor.

Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.

El mayor de todos los misterios es el hombre.

¡Oh amor poderoso¡ Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.

Me duele una mujer en todo el cuerpo.

El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber.

En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.

¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!.

Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.

El hombre a quien el dolor no educó siempre será un niño.
La no violencia es la fuerza más poderosa que hay a disposición de la humanidad. Es aún más poderosa que el arma más compleja de destrucción ideada por la ingenua capacidad del hombre.

Un hombre tiene que escoger. En esto reside su fuerza: en el poder de sus decisiones.

Me parece que me matan un hijo cada vez que privan a un hombre del derecho de pensar.

Lo que las ideologías dividen al hombre. . . El amor con sus hilos los une en su nombre.

El que confía sus secretos a otro hombre se hace esclavo él.

Y el hombre, en su orgullo, creó a dios a su imagen y semejanza.

Si yo fuese una mujer estaría desesperada. La existencia de buenas mujeres excede mucho de los hombres que se las merecen.

Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.

Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña.

Nada resulta más atractivo en un hombre que su cortesía, su paciencia y su tolerancia.

También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca.

Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.

El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.

No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: De la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra.